Protestantes y cat¨®licos acceden a negociar el futuro de Irlanda del Norte
Unionistas (protestantes) y nacionalistas (cat¨®licos) norirlandeses han accedido por primera vez en d¨¦cada y media a sentarse en una mesa a discutir el futuro pol¨ªtico de la provincia brit¨¢nica, seg¨²n anunci¨® ayer en la C¨¢mara de los Comunes Peter Brooke, el ministro para Irlanda del Norte.
Brooke present¨® un plan escalonado de conversaciones, en las que tambi¨¦n van a intervenir Londres y Dubl¨ªn, y recibi¨® toda clase de tributos por el ¨¦xito logrado en su labor conciliadora entre las dos poblaciones tradicionalmente hostiles en el Ulster.Brooke ha estado durante los ¨²ltimos quince meses tratando de convencer a los unionistas de que deb¨ªan abandonar su cerraz¨®n y flexibilizar sus criterios con vistas a devolver el autogobierno a la provincia y crear un clima que acabe con la irracionalidad en que se desarrollan las relaciones pol¨ªticas en Irlanda del Norte.
Como consecuencia de esos esfuerzos, los unionistas, que rechazaron de plano el acuerdo anglo-irland¨¦s de 1985 porque daba voz a un pa¨ªs extranjero (la Rep¨²blica de Irlanda) en la gesti5n de los asuntos del Ulster, se han avenido a entablar discusiones sobre el futuro despu¨¦s de que Dubl¨ªn y los partidos nacionalistas aceptaran poner en el congelador aquel acuerdo.
Brooke anunci¨® la inmediata apertura de conversaciones en un proceso escalonado en tres fases que comenzar¨¢ con unionistas y nacionalistas y ser¨¢ seguido, cuando las condiciones lo permitan, por otro en el que participar¨¢ "la gente de la isla de Irlanda", un eufemismo para incluir al Gobierno del Eire, y los Gobiernos de Londres y Dubl¨ªn. Las conversaciones tratar¨¢n "de todos los aspectos, incluidos los constitucionales" sobre el futuro de la provincia y en ellas "no se acordar¨¢ nada en lo que todos no est¨¦n de acuerdo".
400 a?os de problemas
La perspectiva de lograr una soluci¨®n a la gangrenada crisis de Irlanda del Norte -que el ex primer ministro Edward Heath dijo se remonta a problemas arrastrados desde hace 400 a?os- fue calificada de hist¨®rica en los Comunes, donde los representantes parlamentarios unionistas y nacionalistas no ahorraron elogios a la honradez y buena disposisic¨®n mostrada por Brooke, quien reiter¨® la posici¨®n gubernamental de que "el presente estatus de Irlanda del Norte como parte del Reino Unido no cambiar¨¢ sin el consentimiento de la mayor¨ªa de su poblaci¨®n".Las apertura de conversaciones constituye un hito espectacular en un momento de baja tensi¨®n pol¨ªtica. No hay, garant¨ªa de ¨¦xito, como adviertieron ayer todos los oradores, pero el clima es favorable y hace posible la creaci¨®n de un nuevo marco que haga realidad el retorno del autogobierno a la provincia, desde principios de la pasada d¨¦cada gobernada desde Londres por la negativa unionista a una participaci¨®n de los nacionalistas en el gobierno. De las conversaciones queda excluido el Sinn Fein, brazo pol¨ªtico de IRA, por su apoyo a la violencia terrorista.
El env¨ªo a Belfast de Brooke -que tiene ascendencia irlandesa- fue visto en su d¨ªa corno un castigo por su fracaso como presidente de los conservadores en las elecciones europeas de 1989.
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