"Debemos abandonar la cr¨ªtica partidista"
Rafael Rib¨®, barcelon¨¦s de 45 a?os, abogado y doctor en Ciencias Econ¨®micas y Pol¨ªticas, lleva casi cinco a?os al frente de la secretar¨ªa general del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), desde donde ha impulsado una profunda renovaci¨®n ideol¨®gica que ha desembocado en la creaci¨®n de Iniciativa per Catalunya (IC), federaci¨®n que comparte grupo parlamentario con Izquierda Unida (IU) en las Cortes. Rib¨® es partidario de sustituir la "cr¨ªtica partidista" por "propuestas pol¨ªticas cre¨ªbles", y de negociar con el PSOE.
Pregunta. En el reciente debate sobre el estado de la naci¨®n, el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, hizo una oferta de pacto para afrontar la integraci¨®n europea de 1993. ?C¨®mo valora esta oferta?Respuesta. El debate ha sido un gran desenga?o. Felipe Gonz¨¢lez adelant¨® las elecciones en 1989 argumentando que el pa¨ªs ten¨ªa ante s¨ª grandes retos que obligaban a tomar decisiones dif¨ªciles. Casi dos a?os despu¨¦s, seguimos sin afrontarlos. A partir de aqu¨ª, las propuestas de acuerdo que se han lanzado durante el debate suenan vac¨ªas e inconcretas.
El Gobierno ha cambiado, pero no su pol¨ªtica. Este Gobierno tiene el apoyo de los intereses dominantes de los sectores financieros y busca consolidar un pacto estable con Converg¨¨ncia i Uni¨® (CIU) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Si las actuales propuestas se formulan sobre las bases de la pol¨ªtica anterior, es l¨®gico que se busque continuar la colaboraci¨®n con estas fuerzas pol¨ªticas. No puedo creer tampoco en posibles pactos si no se presentan propuestas de fondo.
P. ?Qu¨¦ cuestiones deber¨ªan negociarse?
R. La situaci¨®n actual exige hacer propuestas concretas, que empiecen por igualar el volumen de inversi¨®n que en materia de educaci¨®n, infraestructuras, innovaci¨®n tecnol¨®gica e investigaci¨®n, formaci¨®n profesional y cualificaci¨®n del empresariado, por ejemplo, se dan en el resto de los pa¨ªses comunitarios. Tambi¨¦n deber¨ªan estar sobre la mesa temas como el precio del dinero o la precarizaci¨®n del empleo y, algo fundamental, la modernizaci¨®n de los servicios p¨²blicos. Mientras esto no se traduzca presupuestariamente, no me lo creo.
P. Tambi¨¦n se propuso un pacto auton¨®mico...
R. Cuando hablamos del rnodelo de Estado, pasa lo mismo. El Gobierno, despu¨¦s de 10 a?os con mayor¨ªa absoluta, no se ha atrevido a definirlo. Se mantiene la vieja Administraci¨®n centralista junto a la nueva, con la consiguiente duplicaci¨®n, irracionalidad de costes y desorden. Esto, el pa¨ªs no lo aguanta. Parad¨®jicamente, a CIU y al PNV esta indefinici¨®n les conviene, porque les permite afirmar un nacionalismo que nadie sabe bien qu¨¦ es y practicar la queja constante.
?Est¨¢ dispuesto el Gobierno a avanzar en el proceso auton¨®mico, a traspasar competencias? ?A racionalizar la Administraci¨®n, a suprimir delegaciones perif¨¦ricas? ?A superar los anacr¨®nicos Gobiernos Civiles? Son temas que no tocan ninguna columna b¨¢sica del edificio constitucional...
Reforma constitucional
P. Iniciativa, sin embargo, es favorable tambi¨¦n a una reforma de la Constituci¨®n.R. El Senado, por ejemplo, no podr¨¢ ser en una aut¨¦ntica c¨¢mara de las nacionalidades y de las regiones sin reformar su sistema de elecci¨®n y sus poderes. Y reformar esto, por m¨¢s rnaquillaje que se emplee, obliga a una reforma constitucional. Pero plantear esto como primera medida ser¨ªa empezar la, casa por el tejado.
P. ?Cree posible llegar a acuerdos con el Gobierno?
R. Lo veo factible a medio plazo. En Catalu?a hemos conseguido resultados espectaculares en la negociaci¨®n de temas concretos con el Gobierno de CiU. La apuesta es llegar a hacer lo mismo a nivel del Estado. El PSOE tiene un alma de izquierdas clar¨ªsima y nosotros podemos contribuir a tirar de ella si en lugar de una cr¨ªtica rabiosa, partidista y en ocasiones excesivamente esquem¨¢tica, ponemos propuestas de racionalidad sobre la mesa.
IC e IU tienen una parte de responsabilidad por no haber sabido encontrar caminos alternativos. Echo en falta en nosotros mismos, y ¨¦sta es mi principal preocupaci¨®n, capacidad para elaborar propuestas pol¨ªticas cre¨ªbles que puedan constituir una alternativa.
P. Las diferencias ideol¨®gicas con los socialistas ?son tan grandes como dan a entender sus discrepancias p¨²blicas?
R. Entre nosotros y los socialistas hay diferencias sustanciales, si se tiene en cuenta todo el abanico de pol¨ªticas econ¨®micas y sociales posibles. Sin embargo, hay tambi¨¦n aspectos concretos que hubiesen permitido marcos de acuerdo. He de decir que aqu¨ª se da tambi¨¦n cierto temor, que a veces se ha expresado desde IU demasiado a la defensiva, a pactar.
P. ?Se puede entender que hay distintas sensibilidades en IC e IU en este sentido?
R. Creo que, en todo caso, se establecen entre personas dentro de cada una de ambas formaciones. Las diferencias no pasan por el Ebro.
P. Los acuerdos alcanzados entre IC y CiU no ocultan el hecho de que tambi¨¦n en Catalu?a las relaciones con los socialistas son dif¨ªciles...
R. El factor principal es que a¨²n no hemos sabido encontrar el terreno com¨²n de di¨¢logo entre ambos. La apuesta de los socialistas es tener el monopolio de la izquierda, y ¨¦sta es una postura est¨¦ril que empobrece el panorama pol¨ªtico.
Los recelos de IU
P. IC propone la aglutinaci¨®n de las fuerzas de izquierda desde una ¨®ptica plurinacional. Algo que ha encontrado fuertes resistencias en IU...R. Es un tema que no avanzar¨¢ en dos d¨ªas, porque la concepci¨®n del Estado centralista est¨¢ muy enraizada y se han de vencer muchas resistencias. Es un dise?o que a medio plazo ir¨¢ avanzando. El objetivo es sumar izquierdas a partir del respeto a la especificidad de los mapas pol¨ªticos que se dan en Euskadi, Catalu?a, Galicia...
P. El apoyo de IC a un acuerdo de este tipo con Euskadiko Ezkerra (EE) provoc¨® importantes fricciones entre IC e IU. ?Se han superado?
R. La historia de nuestras relaciones est¨¢ atravesada por las contradicciones entre Espa?a y Catalu?a. No podemos sustraernos a ello. Actualmente las relaciones pasan por un buen momento, a ra¨ªz de la firma del protocolo de colaboraci¨®n, en el que ambas fuerzas pol¨ªticas, de igual a igual, expresan la voluntad de buscar todas las coincidencias posibles para un proyecto com¨²n. Este es un buen precedente.
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