Culto al cuerpo

Se?ores publicistas: observo, bastante indignada, el culto supremo que le rinden a la belleza f¨ªsica para lanzar sus productos, que, por otra parte, la inmensa mayor¨ªa de las veces no tienen nada que ver con los cuerpos bellos y perfectos que nos los ofrecen.Mi indignaci¨®n no tiene l¨ªmites cuando veo un anuncio en el que se habla de un ni?o que va a nacer, que tendr¨¢ los Ojos azules, el pelo rubio y se supone que una piel muy sana porque utilizar¨¢ un determinado gel. Se?ores publicistas: ?no les parece demasiado grave afirmar que para que un ser humano que va a nacer sea perfecto debe ser puramente ario? Yo cre¨ªa que los tiempos de Hitler ya hab¨ªan pasado; mucho me temo que no. Si alguna vez vuelve un brazo ejecutor semejante al que he nombrado, no s¨¦ qu¨¦ ocurrir¨¢ con el porcentaje elevad¨ªsimo de morenos, bajitos y con ojos oscuros que habitamos en este pa¨ªs. Sobre todo, me ha movido a expresar mi protesta el ver a dos pequenas ni?as que, por cierto, se ajustan bastante bien a las caracter¨ªsticas del citado anuncio, protestar por la imbecilidad de los adultos que hacen este tipo de anuncios.

Si los ni?os son capaces de pensar con m¨¢s brillantez, m¨¢s humanidad y m¨¢s sensatez que los adultos, ?no les parece mejor que hicieran ellos la publicidad? Seguramente ganar¨ªamos todos, si no en cantidad, s¨ª en calidad-