El ginec¨®logo Pere Enguix, absuelto de un delito de aborto

La Secci¨®n Tercera de la Audiencia de Valencia ha absuelto al ginec¨®logo valenciano Pere Enguix de un delito de aborto, supuestamente cometido en 1980, del que estaba acusado por el Fiscal. El tribunal, formado por dos magistradas y el presidente, decidi¨® su fallo por mayor¨ªa de las dos mujeres y con la oposici¨®n del presidente, Jos¨¦ Luis P¨¦rez Hern¨¢ndez, que formul¨® un voto particular contrario a la absoluci¨®n.La sentencia extiende por primera vez a un facultativo la eximente del estado de necesidad, por lo que va un paso m¨¢s all¨¢ de la que el Tribunal Supremo dict¨® el pasado diciembre. En aquella sentencia se aplic¨® por primera vez la eximente de estado de necesidad a la mujer que abort¨®, a su marido y a un amigo que les facilit¨® los contactos con el m¨¦dico, pero no a al facultativo que practic¨® el aborto, Mois¨¦s Corrales. porque en aqu¨¦l caso tal eximente, seg¨²n el Supremo, "no era comunicable". No obstante, Mois¨¦s Corrales fue indultado por el Gobierno.

La sentencia absolutoria, he ha p¨²bli sidera apli- cable a las tres mujeres, procesa das inicialmente por el mismo delito de aborto que el m¨¦dico, la eximente del estado de necesi dad. El d¨ªa del Juicio, el pasado 8 de marzo, el ministerio p¨²blico retir¨® contra ellas esta acusa ci¨®n, por lo que tambi¨¦n han sido absueltas. Un fisioterapeu ta, ayudante del ginec¨®logo Pere Enguix y que tambi¨¦n fue inicial mente procesado, falleci¨® antes de la convocatoria de la vista oral del juicio.

El fallo reconoce que las tres mujeres que acudieron a la cl¨ªnica de Enguix, hace ahora 11 a?os, "contaban cada una de ellas ya con tres hijos, con numerosas cargas familiares, escasez de recursos econ¨®micos, abandonadas dos de ellas por sus maridos y la tercera era sabedora del seguro fallecimiento del suyo por padecer una enfermedad incurable".

Argumentos de la defensa

El fallo hace suyos los argumentos de la defensa del ginec¨®logo y reconoce trasladable al m¨¦dico como "part¨ªcipe en calidad de auxiliador o cooperador necesario la exenci¨®n de responsabilidad penal desde el momento en que su actuaci¨®n tiene lugar con respecto a una actividad que es, lisa y llanamente, conforme a derecho".

La sentencia reconoce expl¨ªcitamente, en sus fundamentos de derecho, que el delito de aborto del que fue acusado Pere Enguix "fue realizado al abrigo de una causa de justificaci¨®n, de cuya existencia y contenido participaba el profesional", por lo que su actuaci¨®n fue conforme a derecho y, "como consecuencia de ello, impune".

El presidente de la Secci¨®n Tercera de la Audiencia de Valencia, Jos¨¦ Luis P¨¦rez Hern¨¢ndez, justifica en la sentencia su voto particular contrario a la absoluci¨®n, al estimar que las conductas de las tres mujeres presuntamente abortistas "no son incardinables en ninguno de los supuestos de aborto despenalizado".

P¨¦rez Hern¨¢ndez hace una defensa del derecho a la vida del nasciturus en su voto particular y a?ade que el m¨¦dico acusado, al facilitar el aborto, protagoniz¨® "un comportamiento no ¨¦tico, que comporta un uso abusivo del elevado y noble arte de la medicina".

Un calvario judicial

Este proceso ha sido uno de los m¨¢s dilatados de la historia judicial valenciana. Los tres abortos por los que en un principio fue procesado -y que finalmente se redujeron a uno- se realizaron en el a?o 1980. Desde aquel momento y hasta la sentencia de ayer, Enguix ha atravesado un calvario judicial que le ha llevado en dos ocasiones a ingresar en la prisi¨®n.

El giro m¨¢s espectacular de este proceso se produjo en 1983. Tras el procesamiento de Pere Enguix, de un fisioterapeuta y de tres mujeres, el defensor del m¨¦dico present¨® ante el juez las fichas de unas 3.000 mujeres que hab¨ªan abortado en las cl¨ªnicas de Enguix. Esta actitud del abogado levant¨® una gran pol¨¦mica, pues muchas mujeres consideraron que se hab¨ªa violado su intimidad. M¨¢s tarde, centenares de mujeres firmaron un escrito, de forma voluntaria, en el que se autoinculpaban de haber abortado con Enguix. "Declaro que me he sometido a una intervenci¨®n abortiva solicitada por m¨ª", se le¨ªa en el texto.

"Lo hice en uso de la libertad sobre mi propio cuerpo y exonerando a cualquier otra persona de mi responsabilidad", afirmaron las autoinculpadas. El escrito fue remitido al juez, pero el asunto se archiv¨®.

La causa se ha dilatado en el tierripo, adem¨¢s, por el funcionamiento de la Administraci¨®n de justicia y por los innumerables recursos pfesentados por los defensores. Estos siempre han considerado que deb¨ªa ser aplicado el principio de retroactividad, ya que los abortos se practicaron en 1980, antes, por tanto, de entrar en vigor la ley despenalizadora del aborto. Los defensores exig¨ªan que la nueva ley amparara los supuestos cometidos con anterioridad, ya que era beneficioso para los procesados.

El fiscal de Valencia Miguel ?ngel Alt¨¦s solicit¨® inicialmente una condena de 13 a?os para el m¨¦dico por tres delitos de aborto que posteriormente rebaj¨® a cinco a?os de prisi¨®n al estimar probada su participaci¨®n en una sola de las intervenciones.

Alt¨¦s retir¨® adem¨¢s la acusaci¨®n contra las tres abortistas.