Federico Kukso, autor de ¡®Frutolog¨ªas¡¯: ¡°Las frutas no son inocentes, est¨¢n cargadas de cultura y de s¨ªmbolos¡±
El periodista cient¨ªfico publica un ensayo en el que fresas, manzanas y pl¨¢tanos protagonizan historias de esp¨ªas, impulsan sangrientas dictaduras y simbolizan el poder econ¨®mico
Esa humilde fresa que se acaba de comer protagoniz¨® una historia de esp¨ªas entre pa¨ªses. Ese t¨ªmido pl¨¢tano simboliz¨® el poder de EEUU en toda Latinoam¨¦rica. Esa simp¨¢tica manzana aparece en el tel¨¦fono m¨®vil de 2.300 millones de personas. ¡°Busco hacer pensar en estos alimentos que nos acompa?an a lo largo de nuestra historia en la Tierra pero de los que, en general, sabemos poco¡±, explica Federico Kukso (Buenos Aires, 45 a?os), periodista cient¨ªfico que acaba de publicar Frutolog¨ªas. Historia pol¨ªtica y cultural de las frutas (Taurus), un ensayo que profundiza en la importancia hist¨®rica y cultural de estos alimentos. Atiende a EL PA?S por videollamada desde su casa en Buenos Aires, donde nunca faltan las frutas.
Pregunta. ?Qu¨¦ le llev¨® a escribir este libro?
Respuesta. Siempre sent¨ª una especie de envidia frutal respecto a pa¨ªses como Brasil o Colombia, con su diversidad de frutas. Estos cultivos en general est¨¢n hu¨¦rfanos, no hay muchos libros que los exploren. Y me pareci¨® curioso que un alimento que es tan troncal en la historia de la humanidad se haya ignorado.
P. Dice que ¡°las frutas nos definen y nos hicieron humanos¡±. ?Por qu¨¦?
R. Hay muchos estudios antropol¨®gicos que hablan de c¨®mo el color de la fruta determin¨® la evoluci¨®n de los conos en los ojos para detectar las frutas rojas, c¨®mo nuestros ancestros desarrollaron los pulgares para tomar los alimentos. Uno piensa en la fruta como eso natural que se consume, pero tambi¨¦n es muy importante en nuestra historia como hom¨ªnidos, insertada en nuestras historias, en la cultura, en el cine. Las frutas son m¨¢s que alimentos, son artefactos culturales, hist¨®ricos, narrativos. Hace dos a?os estuve en Sevilla y Granada y me sorprendi¨® la cantidad de naranjos que hay. ?Por qu¨¦? Los ¨¢rabes pensaban que las naranjas purificaban el alma. Quer¨ªa contar las historias detr¨¢s de la fruta.
P. Pienso El Padrino: cada vez que sale una naranja, alguien muere.
R. La naranja sirve como s¨ªmbolo y recurso estil¨ªstico. En La habitaci¨®n de al lado, de Almod¨®var, las frutas tienen una presencia muy importante en oposici¨®n a la muerte. En la historia del arte, las frutas son grandes protagonistas. Los grandes artistas encontraron las frutas como medio para comunicarnos un sentido oculto: las v¨ªrgenes muestran frutillas [fresas] como s¨ªmbolo de pureza, hay naranjas y manzanas¡ Son ricas simb¨®licamente, pero desde hace 150 a?os solo pensamos los alimentos desde la nutrici¨®n, hemos perdido esa conexi¨®n hist¨®rica y simb¨®lica. Me gusta leer las cr¨®nicas de Indias e imaginar a esos espa?oles del siglo XV que llegaron a un lugar lleno de alimentos ex¨®ticos a los que ten¨ªan miedo. Cuando yo era chico, el kiwi lleg¨® a la Argentina y era una fruta rara, peluda, que parec¨ªa un test¨ªculo, y no se sab¨ªa c¨®mo comerla. Ciertas frutas son embajadoras de lo ex¨®tico.
P. ?Qu¨¦ simbolog¨ªa tiene que Dios expulsara el ser humano del para¨ªso por comerse una manzana?
R. Curiosamente, la manzana no est¨¢ en los textos b¨ªblicos. Pero s¨ª tiene mucha polisemia: el fruto del conocimiento, de Newton, de Steve Jobs, de Nueva York, la manzana de Ad¨¢n [como se conoce en ingl¨¦s a la nuez masculina]. Es un alimento que es la m¨¢xima tentaci¨®n. La fruta es la estrategia evolutiva desarrollada por la naturaleza para tentarnos. ?Por qu¨¦ existen las frutas? Es la herramienta que encontraron los ¨¢rboles, que no se mueven, para dispersarse por el mundo. Las frutas nos usan como t¨ªteres, con nosotros salieron del planeta y han viajado hasta la Estaci¨®n Espacial Internacional.
P. ?Hay muchos mitos basados en las frutas?
R. Las frutas est¨¢n ancladas en el folclore: uno de los grandes mitos es Blancanieves y la manzana envenenada, que viene de Alemania y lleg¨® a Hollywood. En China, el durazno [melocot¨®n] est¨¢ asociado a la longevidad y a la inmortalidad, mientras en la cultura escandinava las frutas eran el alimento que com¨ªan los dioses para ser j¨®venes. La sand¨ªa es s¨ªmbolo de Palestina porque tiene los colores de su bandera, que Israel ha prohibido. La idea de que la naranja es buena para la salud viene de cuando los navegantes se mor¨ªan por la enfermedad del mar [el escorbuto] y se descubri¨® que les faltaba vitamina C y les empezaron a dar naranjas y limones. Gracias a eso, imperios como el espa?ol, el portugu¨¦s, o el brit¨¢nico lograron conquistar los mares. Qu¨¦ loco que algo tan nimio como una fruta haya permitido la expansi¨®n mar¨ªtima de grandes imperios.
P. Explica que han alimentado guerras y dictaduras. D¨ªgame alg¨²n ejemplo.
R. La banana es central en la historia de Am¨¦rica Latina. A inicios del siglo XX, en EE UU la fruta deja de ser un alimento de negros y esclavos para convertirse, gracias al marketing, en un alimento de la creciente clase media. Las compa?¨ªas norteamericanas ten¨ªan que encontrar un lugar donde cultivar bananas y lo hicieron en Centroam¨¦rica. Estas compa?¨ªas ten¨ªan tanto poder que lograron derrocar gobiernos, de ah¨ª viene la expresi¨®n ¡°pa¨ªs bananero¡± para significar un gobierno d¨¦bil, intervenido. Est¨¢ pasando lo mismo en M¨¦xico y Centroam¨¦rica con la palta [el aguacate], que para satisfacer el hambre de los consumidores norteamericanos se produce una especie de apocalipsis ambiental en Centroam¨¦rica porque se desplazan otros cultivos y porque requiere mucha agua. Las frutas no son inocentes, est¨¢n cargadas de cultura y de s¨ªmbolos.
P. ?Hay casos de espionaje frutal?
R. En distintas ¨¦pocas, los cultivos han sido botines: Estados Unidos, Espa?a, Inglaterra, mandaban a esp¨ªas en b¨²squeda de alimentos para sus poblaciones. Am¨¦d¨¦e-Fran?ois Fr¨¦zier, un esp¨ªa franc¨¦s, fue a las costas de Chile para saber qu¨¦ estaban haciendo los espa?oles y volvi¨® con cinco plantas de fresas, cultivadas durante siglos por mapuches. En Europa hab¨ªa fresas peque?as, con poco sabor, se cruzaron con las chilenas y empezaron a despegar. EE UU en el siglo XX mand¨® esp¨ªas a China para encontrar frutas que resistieran la sequ¨ªa. El kiwi procede de China, pero una maestra se llev¨® semillas y se empez¨® a cultivar en Nueva Zelanda y se convirti¨® en su fruta nacional, parte de su identidad. Ahora hay biocolonialismo de grandes empresas que mandan a sus prospectores a la selva de Brasil en busca de una fruta que cure la calvicie; el guaran¨¢ es elemento central de bebidas energ¨¦ticas, pero no retribuyen a los ind¨ªgenas.
P. ?C¨®mo les influye el cambio clim¨¢tico?
R. Tener cultivos resistentes a sequ¨ªas va a ser el gran motor de muchas econom¨ªas. En Argentina est¨¢ pasando con la industria del vino, se est¨¢ cultivando a m¨¢s altura en la zona de Mendoza. El kiwi se est¨¢ cultivando en toda la parte central de Italia y alterando los paisajes, porque hay un mayor rendimiento econ¨®mico. Tambi¨¦n est¨¢n desapareciendo muchas variedades de frutas porque al final los productores se quedan con un solo tipo de naranja, de manzana o de pera. En Italia hay museos de frutas de cer¨¢mica, y se pueden ver frutas que ya no existen. El cambio clim¨¢tico implica tambi¨¦n la desaparici¨®n de alimentos.
P. ?Qu¨¦ relaci¨®n tiene la fruta con el sexo?
R. La fruta es la m¨¢xima tentaci¨®n, el s¨ªmbolo de la lujuria: el logo de Pach¨¢ son las cerezas. En ingl¨¦s, ¡°pop up the cherry¡± es quitarle la virginidad a una mujer, y los egipcios ten¨ªan jerogl¨ªficos asociados a eso. En los emojis, el durazno (melocot¨®n) simboliza el culo, y en Cuba la guayaba es s¨ªmbolo vaginal. Hay una relaci¨®n muy fuerte entre lo dulce y lo sensual: hist¨®ricamente, las frutas son objetos er¨®ticos, porque estamos programados para desearlas.
P. ?Y con el lenguaje?
R. Las frutas se han insertado en nuestro deseo y nuestro lenguaje. En Argentina se dice ¡°si te gusta el durazno, bancate la pelusa¡±, que viene a ser, si te gusta alguien soporta sus defectos; y un banana es un pijo o cre¨ªdo, que en M¨¦xico es un fresa. Muchos pa¨ªses centroamericanos tienen una gran variedad de expresiones asociadas a las frutas porque tienen mayor diversidad. Y luego cambian mucho las palabras: nosotros decimos durazno y ustedes melocot¨®n, porque la esencia de las frutas es viajar, son inmigrantes, pero son adaptadas por cada pa¨ªs como propias, y cada pa¨ªs les asigna una expresi¨®n.
P. ?Qu¨¦ simbolog¨ªa hay tras fiestas como la Tomatina de Bu?ol?
R. Si se habla de patrimonio, uno piensa en arquitectura, pintura, canciones, pero pocas veces se piensa en fruta. Cualquier fruta tiene encapsuladas historias, culturas, tradiciones y conocimientos. Muchos inmigrantes espa?oles llegaron a Argentina con semillas, las cultivaron y eso los conectaba simb¨®licamente con Espa?a.
P. La econ¨®mica del occidente es la Gran Manzana y una de las mayores empresas es Apple (manzana). ?La fruta est¨¢ en el centro de la civilizaci¨®n?
R. La fruta est¨¢ en el centro de nuestras historias m¨ªticas, de nuestra evoluci¨®n, del poder econ¨®mico. Uno no pensar¨ªa la asociaci¨®n de lo natural con lo tecnol¨®gico, pero s¨ª son la m¨¢xima tentaci¨®n, son el m¨¢ximo deseo, la m¨¢xima sensualidad, est¨¢n en nuestro lenguaje, en nuestro celular¡
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.