Polonia intenta evitar una avalancha de seudoturistas
El n¨²mero de salidas de polacos a los pa¨ªses del grupo de Schengen -Alemania, Francia, Italia y Benelux- puede elevarse hasta un total de 60 millones, tras la supresi¨®n de visados que ha entrado en vigor la pasada madrugada. Las autoridades polacas no ocultan su miedo a que gran parte de sus conciudadanos se dediquen al peque?o comercio y contrabando y prometieron la readmisi¨®n incondicional de todos aquellos que infrinjan la ley en Occidente.El pasado a?o, las salidas de polacos al extranjero ascendieron a casi 20 millones. Seg¨²n las estimaciones del Ministerio polaco del Interior, esta cifra podr¨ªa verse aumentada en dos o hasta en tres veces este a?o. Ante estas previsiones alarmantes, la oficina central de aduanas decidi¨® recrudecer los controles en la frontera con Alemania e incrementar el n¨²mero de empleados, pero aun as¨ª se esperan grandes colas en los puestos fronterizos polaco-germanos.
Ayer, en la estaci¨®n central de ferrocarril de Varsovia el tr¨¢fico era algo m¨¢s intenso. En su m¨¢s importante estaci¨®n de trenes, la demanda de billetes para Berl¨ªn y otras ciudades alemanas hab¨ªa crecido en un 30% a lo largo de los ¨²ltimos d¨ªas. Para el d¨ªa de hoy ya no hab¨ªa plazas en ninguno de los ocho trenes con destino a la capital alemana. Para los pr¨®ximos d¨ªas s¨®lo quedaban plazas aisladas.
El precio del marco alem¨¢n, que en las semanas anteriores hab¨ªa sufrido una importante baja, se apreci¨® desde el pasado viernes en un 4%. En la oficina de cambio de la estaci¨®n se formaba ayer una larga cola de personas ansiosas por comprar divisa germana. Entre los viajeros se distingu¨ªan tambi¨¦n grupos de ciudadanos sovi¨¦ticos que preguntaban por billetes para Dresde y Leipzig en un intento de aprovechar el desorden fronterizo para burlar los controles y entrar en Alemania.
Emoci¨®n
Para gran parte de la poblaci¨®n polaca la apertura de las fronteras hacia Occidente ser¨¢ s¨®lo ocasi¨®n de hacer un viaje de negocios, pero hay tambi¨¦n muchos que acogen la decisi¨®n del grupo de Schengen con verdadera emoci¨®n. Este es el caso de Michal, periodista de 45 a?os, quien asegura que "el d¨ªa de la supresi¨®n de visados es el m¨¢s bello" de su vida", porque, dice: "?Nunca envidi¨¦ nada m¨¢s a los occidentales que la libertad de movimiento!".La consecuci¨®n de un visado occidental era realmente una pesadilla para los polacos. En la Embajada germana hab¨ªa que esperar la decisi¨®n sobre el visado durante aproximadamente dos meses (el pasado a?o esta Embajada expidi¨® cerca de 1,2 millones de visados).
Para obtener el visado italiano era preciso hacer la cola a la intemperie durante una semana, y para el visado belga, unas dos semanas en condiciones igualmente lamentables.
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