El esc¨¢ndalo de las facturas falsas pone en la picota a los socialistas franceses
El renacimiento del esc¨¢ndalo de la financiaci¨®n del Partido Socialista franc¨¦s mediante el procedimiento de las facturas falsas coloca en la picota al Gobierno de Michel Rocard. Esta noche, la Asamblea Nacional vetar¨¢ una moci¨®n de censura presentada por los partidos del centre, y la derecha. La oposici¨®n califica de "insulto a la justicia" la fulminante destituci¨®n del juez que hab¨ªa reabierto el caso.
Hace apenas tres semanas, el ministro del Interior expuls¨® de la polic¨ªa a Antoimil. Gaudino, el inspector que hab¨ªa revelado en un libro los inconfesables secretos de la financiaci¨®n de la campa?a electoral de 1988 de Fran?ois Mitterrand. Ahora, el ministro de Justicia reconoce haber dado luz verde a la declaraci¨®n de incompetencia de Thierry Jean-Pierre, el juez que hab¨ªa osado husmear en los archivos de una de las sociedades fantasma con las que los socialista llenaban sus arcas.La oposici¨®n francesa est¨¢ dispuesta a que las falsas facturas da?en la imagen de los socialistas, del mismo modo que los diamantes del dictador africano Bokassa ensuciaron la presidencia de Valery Giscard d'Estaing.
Pero la derecha francesa no est¨¢ libre de pecado en este asunto de financiaci¨®n de sus actividades a trav¨¦s de supuestos gabinetes de estudios destinados a recolectar fondos entre grandes empresas a cambio de la expedici¨®n de facturas falsas. En 1988 y 1990 la derecha acept¨® sin remordimientos la propuesta socialista de amnist¨ªa para este tipo de delitos.
El pasado domingo, el juez de instrucci¨®n Thierry Jean-Pierre, penetr¨® por prodecimientos de dudosa legalidad en la sede parisiense de Urba Technic y, antes de que en el transcurso de la misma jornada fuera despose¨ªdo del caso y expulsado del local, pudo investigar la participaci¨®n de esa sociedad en las campa?as electorales socialistas.
Contribuciones
Urba Technic y Urba Gracco son los gabinetes de estudios a trav¨¦s de las cuales los hombres de Mitterrand recog¨ªan fondos entre empresas privadas francesas. Entre otras contribuciones, aportaron 25 millones de francos a la reelecci¨®n en 1988 de Mitterrand.La retirada del caso al juez provoc¨® el martes una violenta tempestad en la Asamblea Nacional. Los diputados de la oposici¨®n y los socialistas estuvieron a punto de llegar a los manos, y el ministro adjunto de Justicia, Georges Kiejman, tuvo que abandonar el hemiciclo escoltado por los ujieres. La sesi¨®n termin¨® con la presentaci¨®n de la moci¨®n de censura al Gobierno socialista que ser¨¢ debatida esta noche.
Los comunistas anunciaron ayer que no votar¨¢n esa moci¨®n, lo que significa que no tiene ninguna posibilidad de ser adoptada. Pero en cualquier caso el renacimiento del culebr¨®n de las facturas falsas ha da?ado un poco m¨¢s la imagen de unos socialistas que se presentaban ante la opini¨®n p¨²blica como los portaestandartes de la moralidad.
Ya las amnist¨ªas que propusieron e hicieron aprobar en 1988 y 1990 rodearon al partido de Mitterrand de un cierto olor a corrupci¨®n.
El caso socialista se agrava por el hecho de que el actual titular de la cartera de Justicia, Henri Nallet, fuera el tesorero de las campa?as socialistas.
Por otro lado, los dos principales partidos franceses de la oposici¨®n conservadora al Gobierno socialista -Reagrupaci¨®n para la Rep¨²blica (RPR) y Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF)- llegaron ayer a un "acuerdo de uni¨®n" para presentar candidatos comunes en todas las elecciones futuras, informa Efe.
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