El fiscal pide cinco meses de arresto para el ex consejero vasco de Interior

El fiscal del Tribunal Superior vasco, Jes¨²s Cardenal, elev¨® ayer a definitiva la petici¨®n de condena para los seis inculpados en el juicio por la escucha ilegal del tel¨¦fono del ex presidente del Gobierno auton¨®mo Carlos Garaikoetxea. Cardenal soprendi¨® al afirmar luego que considera "absolutamente en entredicho" la participaci¨®n del ex consejero de Interior Luis Mar¨ªa Retolaza, contra quien pidi¨® cinco meses de arresto. El acusador particular, Javier Beramendi, situ¨® la gravedad de los hechos en el uso abusivo del poder por m¨®viles partidistas.

El fiscal pide en total dos a?os de arresto para los seis inculpados y penas de inhabilitaci¨®n que llevar¨ªan aparejadas para el sargento mayor Joseba Goikoetxea y los agentes Ram¨®n Epalza y Juan Miguel Campoy la expulsi¨®n de la Ertzaintza (polic¨ªa aut¨®noma). Los otros dos acusados, tambi¨¦n funcionarlos, son el alto cargo de Interior Javier Aguirre y el ex miembro de ETA Javier Zumalde, empleado de la Consejer¨ªa de Agricultura.En una exposici¨®n que caus¨® reacciones de sorpresa en los abogados de las partes, Cardenal mantuvo la petici¨®n de penas para los encausados pero a rengl¨®n seguido estim¨® que "no hay pruebas" sobre los hechos posteriores a la realizaci¨®n del pinchazo telef¨®nico. Son estos hechos posteriores los que, seg¨²n el informe provisional del fiscal, permiten establecer la participaci¨®n como inductor de Retolaza.

Finalizada su exposici¨®n, Cardenal abandon¨® la sala. El abogado de la acusaci¨®n particular, Javier Beramendi, mantuvo la petici¨®n de seis meses de arresto y 10 a?os de inhabilitaci¨®n para Retolaza y Goikoetxea y cuatro meses y un d¨ªa de arresto y seis a?os y un d¨ªa de inhabilitaci¨®n para Campoy, Aguirre y Zumalde. Beramend1 redujo a 30.000 pesetas de multa y seis a?os y un d¨ªa de inhabilitaci¨®n la petici¨®n para el ertzaina Epalza al apreciar la atenuante de arrepentimiento espont¨¢neo durante el pinchazo telef¨®nico.

Epalza, avergonzado por su conducta, seg¨²n el letrado, dio intencionadamente a Aguirre un n¨²mero distinto al previsto, mientras este ¨²ltimo montaba el puente, e impidi¨® que la grabadora registrara las conversaciones.

De este modo se evitaron "las consecuencias gravosas del delito", seg¨²n el abogado. Pero el delito fue consumado porque las comunicaciones telef¨®nicas del domicilio de Garaikoetxea quedaron interceptadas, sostuvo Beramendi, como exige el art¨ªculo 192 bis del C¨®digo Penal al definir la escucha ilegal. Para el acusador particular, el m¨®vil era conseguir informaci¨®n sobre los apoyos del ex lehendakari en la crisis interna del PNV y la gestaci¨®n de Eusko Alkartasuna.

"Pero la verdadera implicaci¨®n pol¨ªtica de gravedad", a?adi¨®, "es el uso del poder para vulnerar la privacidad de una persona, traicionando su misi¨®n de proteger los derechos y libertades de todos". Uno de los acusados, Javier Aguirre, se acerc¨® a felicitar a Beramendi.

Los tres abogados defensores pidieron la libre absoluci¨®n de los acusados. Enrique Villa, defensor de Epalza, afirm¨® que la versi¨®n de ¨¦ste es la verdadera pero el delito no lleg¨® a consumarse precisamente por la actuaci¨®n de su patrocinado para impedirlo. La defensora de Zumalde, Arantxa Ugalde, mantiene que no hay pruebas de la participaci¨®n de su cliente en los hechos.

Gabriel Mariscal, abogado de los otros cuatro ocupantes del banquillo, despleg¨® su defensa en todos los frentes. Mariscal puso en duda la existencia de una escucha telef¨®nica y neg¨® que coincidan la hora de intervenci¨®n de los empleados del Gobierno vasco en la central de Zarautz (Guip¨²zcoa) y el inicio de las interferencias en el tel¨¦fono de Garaikoetxea.

El principal objetivo de Mariscal, pese a todo, es el inculpado y testigo de cargo Ram¨®n Epalza. Para el defensor de Retolaza, Epalza es un mal polic¨ªa, intrigante y dominado por la fantas¨ªa, mentiroso y lleno de rencor hacia sus jefes por no haber ascendido. Su versi¨®n de los hechos, seg¨²n Mariscal, obedece a presiones del entorno familiar, que simpatiza con Garaikoetxea.