Martin Amis presenta en Barcelona su novela sobre el fin del milenio

El escritor brit¨¢nico Martin Amis, de 42 a?os, visit¨® esta semana Barcelona para encontrarse con las casi 600 p¨¢ginas de la traducci¨®n espa?ola de su nueva novela, Campos de Londres (Anagrama), que se mantuvo varias semanas el pasado a?o como libro m¨¢s vendido en el Reino Unido.

"La idea inicial de Campos de Londres era narrar la historia de alguien que planea su propio asesinato y decid¨ª ambientarla en el final de siglo, en el final del milenio, porque es una ¨¦poca que tradicionalmente se relaciona con desastres y cat¨¢strofes".La novela narra la, historia de la bella Nicola Six a la b¨²squeda de su asesino -rodeada de extra?os personajes y en manos de un original narrador- en un Londres futurista y sombr¨ªo azotado por fuertes vientos y cubierto de nubes de rerniniscencias nucleares. Sorprende: que Amis, a pesar del tema apocal¨ªptico elegido, no abandone la v¨ªa del humor. "Tengo la teor¨ªa", explic¨®, de que cuando no hay una voz tr¨¢gica que domine la acci¨®n, la comedia debe servir para narrarlo todo, incluidos los temas m¨¢s dif¨ªciles, incluido el fin del mundo. Al principio, la literatura trataba de dioses, despu¨¦s de reyes y reinas, m¨¢s adelante pas¨® a ser narraci¨®n social y ahora predomina una iron¨ªa que es a menudo comedia".

Martin Amis, hijo del escritor Kingsley Amis, est¨¢. considerado, desde su primera novela -El libro de Rachel (1973)-, como un brillante ejemplo de la nueva narrativa brit¨¢nica, lo que refrend¨® en Dinero (1984). El mismo ha confesado que prefiere la manera de narrar de los escritores norteamericanos.

"La novela brit¨¢nica es limitada", explica, "y por eso eleg¨ª conscientemente ser un escritor m¨¢s norteamericano que ingl¨¦s, ya que la literatura inglesa est¨¢ muy limitada por la preocupaci¨®n por la forma y por la elegancia del estilo".

Martin Amis, que goza en su pa¨ªs de una endiablada fama de enfant terrible, cit¨® al norteamericano Saul Bellow como su autor preferido -"es mi rnodelo", dijo- y coment¨® que era curioso comprobar c¨®mo el declive del Reino Unido coincide con un auge de nuevos escritores.