Kurdist¨¢n, en el recuerdo

En plena guerra del golfo P¨¦rsico, mi cuerpo maldec¨ªa la hipocres¨ªa del mundo occidental ante la, total insolidaridad con las matanzas a?os atr¨¢s contra el pueblo kurdo por parte del sanguinario Sadam Huse¨ªn.El mundo del Norte se ha rasgado las vestiduras contra la invasi¨®n por parte de Irak del territorio kuwait¨ª, que ha originado un holocausto ecol¨®gico sin precedentes y ha hipotecado el futuro de millones de seres humanos en aquella y otras ¨¢reas asi¨¢ticas. Me viene a la memoria cuando, el pasado a?o, en el mes de julio, mucho antes de la invasi¨®n de Kuwait, m¨ª compa?era y yo, movidos por la aventura, marchamos a conocer otras culturas.

Esta vez fue el Kurdist¨¢n turco. Tuvimos la gran oportunidad de vivir de cerca el genocidio cultural y humano a que est¨¢n siendo sometidos los kurdos por parte del Gobierno dictatorial de Ankara.

Al ser una pareja, apenas nos pusieron pegas para adentramos en los pueblos del sureste. Aquellas monta?as y sus gentes, recogidas por mi c¨¢mara fotogr¨¢fica, dejaron en nuestras mentes un imborrable recuerdo de su hospitalidad y de su gran humanismo, tan falto en nuestro mundo occidental.

Fuimos testigos de la tremenda militarizaci¨®n que apenas deja respiro alguno a los habitantes de aquellos pueblos, muchas veces incornunicados del mundo por la nieve en invierno y los restantes ineses del a?o por los ruidosos y abundantes helic¨®pteros que los controlan las 24 horas del d¨ªa. En estos d¨ªas en que los pol¨ªticos y los ciudadanos del Norte s¨®lo se acuerdan de sus problemas, nosotros apelamos a la solidaridad con el pueblo kurdo.