Arrese: "Jugar ante Borg es un honor para m¨ª"
ENVIADO ESPECIAL,Bjorn Borg, el mito ten¨ªstico del decenio de los setenta, vuelve hoy a la competici¨®n en el Open de Montecarlo despu¨¦s de ocho a?os de retiro. El mismo hombre de 34 a?os que intent¨® quitarse la vida en 1989 resucita ahora para reparar su da?ada econom¨ªa, seg¨²n unos, o para devolver el sentido a su vida, seg¨²n otros. El destino ha querido que un espa?ol, Jordi Arrese, de 26 a?os, sea su rival. "Es un honor para mi jugar ante Borg", confes¨® ayer el catal¨¢n.
Arrese lleva cuatro d¨ªas que no para. La pesadilla se inici¨® el pasado viernes. Se encontraba entren¨¢ndose al atardecer en la tranquilidad del anonimato cuando a su pista comenzaron a llegar periodistas rubios, grandes y con acento sueco. No tard¨® en comprender. El cuadro o, lo que es lo mismo, la mano inocente del actor Alain Delon le hab¨ªa emparejado con Borg, la gran atracci¨®n del torneo. Sin duda, record¨® en ese momento las palabras que pronunci¨® en Barcelona, en el trofeo Conde de God¨®, despu¨¦s de derrotar al franc¨¦s Guy Forget, el quinto del mundo, en la segunda ronda: "Fij¨¢os lo que tengo que hacer para salir en los papeles".Arrese va ahora sobrado de popularidad. Los chavales que pululan por el Montecarlo Country Club rodean la pista donde suele entrenarse a la espera de cazar su aut¨®grafo. Las c¨¢maras de televisi¨®n le acosan en la entrada de los vestuarios, en los pasillos, en la puerta del comedor... Sus colegas del circuito profesional, sobre todo los argentinos, no paran, frente a ¨¦l, de imitar el caracter¨ªstico golpe de rev¨¦s a dos manos del sueco. Todos desean conocer al afortunado encargado de destrozar o encumbrar a Borg. Arrese no tiene muy claro si la fortuna ha estado a su lado. "S¨ª, todos mis amigos del circuito me hacen cachondeo. Pero tambi¨¦n reconocen que no les gustar¨ªa estar en mi pellejo", afirm¨® ayer. "Como m¨¢ximo, he jugado con 30 fot¨®grafos en la pista. Esta vez ser¨¢n unos 200. Ya veremos c¨®mo me afecta eso. Estoy un poco nervioso, lo reconozco", a?adi¨®.
El catal¨¢n, todo un especialista sobre la tierra batida (180 de los 196 partidos de su carrera los ha disputado sobre esta superficie), reconoce su admiraci¨®n por Borg, pero evita cualquier atisbo de piedad: "Quiero ganar, no me importa el resultado". En cualquier caso, Arrese admira el gesto de Borg: "Si ha trabajado tanto para volver es porque ama el tenis. El decir que est¨¢ arruinado me parece una lectura muy sencilla". Sin embargo, ve escasas posibilidades de ¨¦xito en el sueco pase lo que pase hoy: "El circuito es dur¨ªsimo y a ¨¦l le falta el ritmo de la competici¨®n. Peloteando, cualquiera parece bueno".
En su retorno, Borg tambi¨¦n acusa la presi¨®n de la fama. El sueco, agobiado, decidi¨® ayer entrenarse en un club distinto al Country por la ma?ana, aunque lo hizo en ¨¦l por la tarde.
El misterioso Ron Thatcher, Tia Honsan o Doctor Muerte, como se prefiera, parece ser su ¨²nico refugio. De 79 a?os y experto en artes marciales y meditaci¨®n trascendental, prepara y protege a Borg como lo hiciera con ocasi¨®n de sus cinco triunfos en Wimbledon.
Iceborg maneja en estos d¨ªas el fetiche, insospechado recurso que muchos deportistas emplean con aut¨¦ntica fe. El sueco usar¨¢ hoy una r¨¦plica de su vieja Donnay de madera y 420 gramos de peso. Un fabricante de Coton, en las afueras de Cambridge (Reino Unido), ha trabajado arduamente en la reproducci¨®n exacta de la vieja raqueta del campe¨®n, que ha abonado de su bolsillo tan meritorio esfuerzo.
Sergi Bruguera y Javier S¨¢nchez ganaron ayer, respectivamente, al italiano Renzo Furlan por 6-3, 6-7 y 6-3 y al uruguayo Marcelo Filippini por 6-1 y 6-1. Adem¨¢s de Arrese, hoy juega Joan Aguilera contra el sueco Peter Lundgren.
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