Una fr¨ªa acogida
EL COMUNICADO final de la reuni¨®n del Grupo de los Siete (G-7: EE UU, Alemania, Jap¨®n, Francia, el Reino Unido, Italia y Canad¨¢) no ha hecho sino otorgar carta de naturaleza a las dificultades existentes en el club de los pa¨ªses m¨¢s ricos de la tierra para coordinar sus actuaciones de pol¨ªtica econ¨®mica con el fin de garantizar un crecimiento econ¨®mico estable. El empe?o de la Administraci¨®n estadounidense en reactivar su econom¨ªa mediante descensos adicionales en los tipos de inter¨¦s no ha encontrado en sus socios el necesario respaldo para que la generalizaci¨®n del abaratamiento en el precio del dinero elimine las implicaciones adversas sobre la inflaci¨®n de EE UU y el tipo de cambio del d¨®lar.La fr¨ªa recepci¨®n a la iniciativa estadounidense, incluida la del Fondo Monetario Internacional, no es sino el reflejo de los diversos perfiles que hoy caracterizan a esas econom¨ªas. La mayor¨ªa de los indicadores m¨¢s significativos en EE UU siguen siendo los propios de una econom¨ªa inmersa en recesi¨®n -oficialmente confirmada la semana pasada, tras el registro de un crecimiento negativo en el PNB por segundo trimestre consecutivo- y carente de se?ales que permitan vislumbrar una recuperaci¨®n tan r¨¢pida como la vaticinada por la Casa Blanca al t¨¦rmino de la guerra en el golfo P¨¦rsico. Ni las compras de bienes de consumo duradero ni la inversi¨®n -exponentes t¨ªpicos del esperado inicio reactivador- han respondido favorablemente hasta el momento a los est¨ªmulos introducidos por la pol¨ªtica monetaria. Las limitaciones para estimular esa econom¨ªa mediante la expansi¨®n presupuestaria conducen necesariamente a la expansi¨®n y consiguiente abaratamiento del cr¨¦dito como ¨²nica v¨ªa de actuaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica.
Bien distinto es el pulso que caracteriza a las otras econom¨ªas. Alemania afronta las consecuencias de la absorci¨®n de la antigua RDA en t¨¦rminos de un crecimiento de la demanda interna que ha situado a aquel pa¨ªs, por primera vez en muchos a?os, ante un saldo negativo en sus Finanzas p¨²blicas, en sus cuentas exteriores y ante tensiones inflacionistas igualmente inusuales. Las elevaciones practicadas en los tipos de inter¨¦s, hasta superar ampliamente los existentes sobre activos financieros en las principales divisas, no han conseguido neutralizar ese exceso de sensibilidad que el tipo de cambio del marco viene mostrando a las tensiones asociadas a ese proceso de absorci¨®n de la otra Alemania y a las dificultades que la transici¨®n al capitalismo est¨¢ poniendo de manifiesto en los pa¨ªses de Europa del Este, y espec¨ªficamente en la URSS. Esa debilidad de la moneda alemana se agudizar¨ªa si la remuneraci¨®n de los activos f`mancieros en ella denominados experimentara el m¨¢s m¨ªnimo descenso, sin que las intervenciones de los principales bancos centrales puedan hacer mucho por evitarla. Tampoco la econom¨ªa japonesa se encuentra en una fase del ciclo econ¨®mico que precise de una relajaci¨®n de su pol¨ªtica monetaria. Incluso las autoridades brit¨¢nicas, cuya econom¨ªa est¨¢ igualmente inmersa en una recesi¨®n, han mostrado una fr¨ªa acogida a ese mensaje americano, favorable a la prioridad de crecimiento frente a la contenci¨®n de la Inflaci¨®n.
La polarizaci¨®n de las discusiones mantenidas en las reuniones de este grupo en torno a la conveniencia o no de la aplicaci¨®n de esas terapias monetarias ha vuelto a relegar otros puntos no menos importantes de la agenda inicial. El apoyo econ¨®mico a la URSS, la deuda externa de los pa¨ªses del Tercer Mundo o la reconstrucci¨®n en los pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo apenas han merecido una referencia m¨ªnimamente significativa. Razones suficientes para que, una vez m¨¢s, la eficacia de tales reuniones sea puesta en entredicho. Las renovadas aspiraciones estadounidenses por revitalizar y extender la dimensi¨®n pol¨ªtica de ese foro no encuentran en la posici¨®n de su econom¨ªa el apoyo a un liderazgo equivalente al desempe?ado en el terreno militar, mucho menos en los divergentes comportamientos de las otras grandes econom¨ªas.
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