"Lo peor es el sentimiento de inseguridad"
H. T. El joven primer ministro, Petre Roman, de 45 a?os, ducho en las lides del pensamiento democr¨¢tico, habla con pragmatismo socialdem¨®crata y en perfecto castellano del futuro, libre de un subconsciente formado en la doctrina comunista.
Pregunta. Casi un a?o despu¨¦s de las elecciones, la crispaci¨®n que se nota en el pa¨ªs es muy grande. La situaci¨®n econ¨®mica es grave, ?pero est¨¢n ah¨ª todas las causas?
Respuesta. La situaci¨®n econ¨®mica es verdaderamente muy dif¨ªcil. Estamos en una crisis estructural, pero, bueno, tampoco es para tanto. Lo suficiente para la subsistencia cotidiana est¨¢ asegurado. Importante ahora es un empuje para la actividad industrial, porque en el campo se avanza con la privatizaci¨®n. Hay una amenaza muy evidente de desempleo, es nuestro grave problema.
P. Todos los pa¨ªses ex socialistas afrontan el mismo problema. Por qu¨¦ en Rumania se convierte en una amenaza de desestabilizaci¨®n pol¨ªtica, y digamos, en Polonia no?
R. Polonia ha pasado 10 a?os de evoluci¨®n mientras Rumania s¨®lo tiene tras de s¨ª un a?o de cambio. La transici¨®n en algunos pa¨ªses del Este permiti¨® acostumbrarse a estas ideas y tambi¨¦n acostumbrarse, los unos a los otros, superar los antagonismos mentales e ideol¨®gicos. Aqu¨ª todo fue una explosi¨®n con los resentimientos. las frustraciones, el desenga?o de tantos a?os y este problema surge con mucha fuerza. Pese a ello, soy optimista.
P. Vemos en Rumania reacciones exageradas a problemas de orden p¨²blico. Persiste el miedo a la desestabilizaci¨®n.
R. Es cierto, pasa como creo que pas¨® en Espa?a cuando, tras caer la dictadura, la gente durante dos o tres a?os dej¨® de escuchar a las fuerzas de orden p¨²blico. Por ello, aunque los datos son muy distintos, en sustancia pasa un poco lo mismo, aunque aqu¨ª mucho m¨¢s. Lo peor es el sentimiento de inseguridad. Si en Rumania sale a la calle un 2% es como si en Espa?a saliera el 200/0 o el 30%.
P. Parece grave que en un a?o no se haya creado una oposici¨®n real y que, mientras el FSN pierde fuerza, el descontento popular no encuentre cauces democr¨¢ticos.
R. Es muy cierto. No es una idea hueca que la democracia necesita la oposici¨®n, pero la que tenemos aqu¨ª estuvo desde un principio mal construida. Con principios de hace 50 a?os y sin arraigo en la realidad social de la Rumania de hoy. Y siguen as¨ª. Surgen ahora algunas fuerzas en contacto con la realidad, como el Partido Liberal, el ala joven del Partido Nacional Liberal o el Partido Democr¨¢tico Agrario.
P. Usted ha ofrecido una coalici¨®n a la oposici¨®n.
R. No es la primera, es la tercera vez en que hago la oferta. Si no hay alternativa, y creo que no la hay -las grandes instituciones financieras del mundo apoyan nuestra reforma-, debemos colaborar y construir nuestros partidos ideol¨®gicamente, pero colaborar en salir de la crisis.
P. Los incidentes de junio con la violencia minera fueron un duro golpe. ?C¨®rno explica usted aquello?
R. En efecto, fue un serio rev¨¦s y un retraso de al menos cuatro meses en la llegada de ayuda exterior. Aquello fue un conjunto cr¨ªtico que produjo una explosi¨®n,. La polic¨ªa actu¨® muy mal el d¨ªa, 13, y era tremendo lo que se preparaba para el 15, d¨ªa de la apertura del Parlamento, cosas muy graves, con c¨®cteles mol¨®tov, con gente muy violenta.
P. ?Qui¨¦nes eran los responsables?
R. No se ha establecido a¨²n. Tienen que ser aquellos que habiendo perdido totalmente las elecciones, estando fuera del Parlamento y con un odio visceral por tantos a?os de comunismo, eran capaces de todo.
P. Habla de los partidos hist¨®ricos: Nacional-Campesino y Nacional Liberal?
R. M¨¢s bien alas de los partidos hist¨®ricos que despu¨¦s han roto con ellos, sobre todo del Partido Nacional-Campesino. ?Qui¨¦n los ayud¨®? Gente competente, de la antigua polic¨ªa secreta, ya sin trabajo. La televisi¨®n dio el d¨ªa 13 una se?al tr¨¢gica al pa¨ªs. Entonces vinieron los mineros y otros; no los llam¨® el Gobierno, sino lo que mostr¨® la televisi¨®n y, efectivamente, lo que dijo el presidente en televisi¨®n. Cuando ¨¦l habl¨®, los mineros ya estaban en marcha. Lo que la televisi¨®n dijo fue exagerado por lo que nosotros ve¨ªamos aqu¨ª. En realidad, con ayuda de las Fuerzas Armadas, a medianoche [del 13 al 141 la situaci¨®n estaba controlada.
P. 6Luego la violencia minera fue gratuita?
R. Lo que fue contra las fuerzas pol¨ªticas de oposici¨®n fue gratuito y se debi¨® a la imagen dada por la prensa. El enfrentamiento pol¨ªtico, normal en una competici¨®n electoral para gente no preparada, dio la impresi¨®n de que eran enemigos, no pol¨ªticos, sino mortales. El hecho de que nosotros no pudi¨¦ramos controlar la situaci¨®n y proteger a la gente [de los mineros] agrav¨® la situaci¨®n.
P. Pero el presidente Iliescu elogi¨® la actuaci¨®n minera.
R. Aquello cre¨® una imagen deplorable y para el presidente fue una situaci¨®n imposible. Aquella gente hab¨ªa venido a proteger lo que ellos entendieron como la derrota del comunismo. 6Qu¨¦ pod¨ªa hacer el presidente? ?Ten¨ªa que decirles que se fueran? ?Decirles que hab¨ªan causado situaciones dram¨¢ticas? Era muy dif¨ªcil. No s¨¦ c¨®mo hubiera reaccionado yo. Lo importante es que se fueran. No se puede reescribir la historia.
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