"Ya es imposible ser comunista"
El presidente de Rumania, Ion Illescu, de 61 a?os, cree que ya no es posible ser comunista; pero hablando del fracaso hist¨®rico de la ideolog¨ªa que profes¨® y a la que sirvi¨® durante muchos decenios, s¨®lo alude a su derrota econ¨®mica y tecnol¨®gica y hay que recordarle el fracaso moral.
HERMANN TERTSCH ENVIADO ESPECIAL, Pregunta. Se?or presidente, algunos rumanos dicen que desde la ca¨ªda de Ceausescu no ha cambiado nada; otros, que demasiado y para mal. ?D¨®nde ve usted los peligros, d¨®nde los avances?Respuesta. Ya la existencia de estas opiniones divergentes y el hecho de que se puedan expresar libremente demuestran que han cambiado muchas cosas. Si cambi¨® algo fundamental, es la existencia de la libertad de expresi¨®n. Aquellos que niegan los cambios se autodesmienten demostrando la libre expresi¨®n. Los principales avances est¨¢n en el campo pol¨ªtico. Se ha reafirmado el sistema pluripartidista. Hay m¨¢s de 200 partidos pol¨ªticos, lo que no es bueno, pero al Final habr¨¢ una selecci¨®n y ubicaci¨®n del panorama pol¨ªtico.
P. Pero incluso en el Parlamento hay quejas de que la r¨¢pida labor legislativa no tiene efectos sobre la vida real, de que Bucarest es un motor pol¨ªtico que no tiene respuesta fuera, donde todo sigue igual.
R. Otros, por el contrario, dicen que Bucarest pierde el tiempo con la controversia pol¨ªtica y la agitaci¨®n verbal, mientras las provincias trabajan. Las opiniones sobre el ritmo [del cambio] son muy controvertidas. El Parlamento ha realizado un volumen enorme de trabajo. Tocan todos los dominios de la vida p¨²blica y particularmente aquellos que deben promover la reforma econ¨®mica. Este es el otro gran problema. Insisto en que en el plano pol¨ªtico hemos avanzado, con todas las controversias que son naturales. A partir de ahora nuestros problemas principales est¨¢n en el campo econ¨®mico-social. Hay dos objetivos fundamentales en el programa de reforma pol¨ªtica aprobada por el Parlamento: asegurar la eficacia econ¨®mica y establecer medidas de protecci¨®n para limitar en lo posible los costes sociales.
El temor del golpe
P. Un ministro, sin embargo, el de Defensa, Victor Stanculescu [que ayer pas¨® a ocupar la cartera de Industria], dijo recientemente que en la econom¨ªa no se mueve nada, pide competencias en este terreno y va m¨¢s all¨¢ diciendo que, aunque espera que nunca se d¨¦ la necesidad de un golpe militar, ¨¦l nunca se evadir¨¢ de sus responsabilidades. 6C¨®mo interpreta estas palabras'.? -
R. Stanculescu ha negado haber dicho que asumir¨ªa la direcci¨®n de un golpe de Estado. Tambi¨¦n dijo que el Ej¨¦rcito rumano no recurrir¨¢ a ese tipo de acciones. Pero en el plano te¨®rico, con la sociedad en profunda crisis social y econ¨®mica, generando focos de descontento en varios sectores de la poblaci¨®n, podr¨ªa. darse la oportunidad para este tipo de actuaci¨®n hacia una dictadura de cualquier signo. Se est¨¢ especulando mucho sobre ello y hay quienes maniobran y buscan encontrar en Stanculescu la disposici¨®n para esta idea [del golpe] que ¨¦l ya ha negado. Tampoco en el estado de ¨¢nimo del Ej¨¦rcito rumano hay un terreno f¨¦rtil ahora para una actuaci¨®n de este tipo.
P. Las suspicacias occidentales se debieron en gran parte a los tr¨¢gicos acontecimientos de Junio, que nos gustar¨ªa nos explicara el presidente.
R. Desde la revoluci¨®n han pasado m¨¢s de 450 d¨ªas, y la prensa extranjera s¨®lo se fija en dos, no tres, dos. No en el 13 de junio, sino en el 14 y el 15. Y con ellos quieren demostrar que en Rumania no hay democracia. Fue tres semanas despu¨¦s de las elecciones cuando el electorado rumano decididi¨® claramente su opci¨®n pol¨ªtica, tanto sobre la instituci¨®n presidencial como sobre el Parlamento. Las fuerzas de la oposici¨®n ya antes de las elecciones hab¨ªan intentado cambiar las estructuras provisionales del poder, porque he tenido enfrentamientos violentos en enero, febrero, marzo. Cuando se iba a constituir el Parlamento para validar los mandatos en reuni¨®n de las dos c¨¢maras, las fuerzas extremistas, que utilizaron durante la campa?a a los elementos reunidos en la plaza de la Universidad, han organizado una aut¨¦ntica provocaci¨®n, con ataques a la polic¨ªa, incendio de veh¨ªculos, asalto de la Jefatura de Polic¨ªa, Ministerio de Interior y televisi¨®n con violencia extrema. Esto cre¨® un tremendo espanto entre la poblaci¨®n. Nos record¨® a todos la sublevaci¨®n de los legionarios (fascistas) de 1941, entonces derrotada por el Ej¨¦rcito. Sin embargo, ahora, estas fuerzas se aprovechaban de la debilidad de las fuerzas del orden.
P. ?Y d¨®nde estaba el Ej¨¦rcito? ?No le pidi¨® que interviniera?
R. El Ej¨¦rcito tom¨® una posici¨®n de neutralidad. S¨®lo al final colabor¨® en el restablecimiento del orden p¨²blico. Tienen que comprender el elemento psicol¨®gico de aquel momento. Se hab¨ªan levantado cargos contra mandos del Ej¨¦rcito sobre su papel en la revoluci¨®n de diciembre. Polic¨ªa y Ej¨¦rcito estaban acomplejados. El levantamiento no se habr¨ªa producido sin la inefectividad de la polic¨ªa y la inercia del Ej¨¦rcito. La poblaci¨®n se sinti¨® agredida en su opci¨®n pol¨ªtica. Aparecieron en Bucarest grupos de gente para defender las instituciones, entre ellos grupos de mineros. El d¨ªa 13 murieron seis personas, las ¨²nicas v¨ªctimas mortales. Los mineros vinieron en sus uniformes y los reporteros tomaron im¨¢genes de las atrocidades cometidas por ellos, pero no mataron a nadie.
P. Luego usted no lamenta haber llamado a los mineros, porque es claro que ¨¦stos llegaron organizados.
R. Lamento todo lo ocurrido, inclusive la llegada de los mineros, pero no puede juzgarse de forma simplista. Lo normal en un Estado de derecho es que el orden lo protejan los ¨®rganos de orden p¨²blico. Pero cuando ¨¦stos son incapaces no se puede juzgar a los ciudadanos que defienden su orden constitucional. La reacci¨®n de los mineros fue espont¨¢nea.
P. Cambiando a la pol¨ªtica internacional, Rumania ha logrado romper el aislamiento con Europa, pero sigue teniendo serios problemas con Estados Unidos. ?No resulta parad¨®jico que Washington diera cl¨¢usula de m¨¢ximo favorecimiento a Ceausescu y se la niegue a ustedes?
R. Hay cambios positivos en Estados Unidos y el Reino Unido. Pero Washington mantiene sus reservas y no entendemos sus criterios, que no son objetivos.
"Ya es imposible ser comunista"
Como dice usted., la opini¨®n p¨²blica no entiende aqu¨ª c¨®mo a Ceausescu se le conced¨ªa la cl¨¢usula de naci¨®n m¨¢s favorecida y ahora no la restablecen.P. Usted ha hecho su carrera en un sistema comunista, ha sido testigo de una de las mayores perversiones de ese sistema y ha visto c¨®mo han ca¨ªdo estos reg¨ªmenes. ?C¨®mo ve el hundimiento de este proyecto hist¨®rico e ideol¨®gico, c¨®mo ve al lliescu comunista?
R. Lo que ha sucedido ha sido una respuesta al dogmatismo que ha sido fundamento del Estado y a la pr¨¢ctica social en unos Estados totalitarios que no reflejaban de manera alguna los fundamentos ideol¨®gicos del socialismo. Esta pr¨¢ctica social ha fracasado porque ha ignorado elementos objetivos del desarrollo contempor¨¢neo. Nos encontramos en una sociedad de producci¨®n de mercanc¨ªas basada en una relaci¨®n dinero-mercado extendida a toda la econom¨ªa mundial. Y nuestros pa¨ªses eran parte de esta econom¨ªa. Al ignorar las leyes fundamentales de esta sociedad e imponer el factor pol¨ªtico a los dem¨¢s factores lleg¨® el fracaso y se entr¨® en contradicci¨®n con el curso mismo del desarrollo humano.
Hundimiento del sistema
P. Usted habla del hundimiento del sistema como un mero fracaso t¨¦cnico-econ¨®mico. No hace menci¨®n de su fracaso moral, de la cantidad de v¨ªctimas que produjo, de su represi¨®n.
R. Este sistema no pod¨ªa sobrevivir sin recurrir a instrumentos de represi¨®n. Todos estos reg¨ªmenes degeneraron en despotismo. Los factores pol¨ªticos de dominaci¨®n se impon¨ªan por la fuerza.
P. Por lo que dice, usted ya no es comunista, pese a que como tal le tachan los manifestantes en la Universidad.
R. Ya es imposible [serlo]. Los cambios han sido muy profundos, tanto para la sociedad como para los individuos. Aquello [las acusaciones de ser comunista] son esl¨®ganes de batalla pol¨ªtica que no tienen nada que ver con el an¨¢lisis del proceso ni con los ciudadanos. Los cambios no se producen s¨®lo en la econom¨ªa y en la pol¨ªtica, tambi¨¦n en las relaciones humanas, en los individuos y en la psicolog¨ªa moral. En el pasado, nuestro pa¨ªs entr¨® en una grave crisis moral y recuperarse llevar¨¢ a¨²n m¨¢s tiempo que la recuperaci¨®n econ¨®mica.
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