Novela teatral
La primera subida a los escenarios de esa bajada a los infiernos que -entre otras profanaciones del l¨ªmite-supone el ciclo de las Comedias b¨¢rbaras saca a la luz un antiguo problema de inmovilidades.No es casual que estas obras de Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n se hayan resistido tanto tiempo en su ser natural -es decir, juntas, como tres segmentos de un retablo sobre el poder, la lujuria y la decadencia-, a su p¨²blico natural, que tendr¨ªa que haber suelo y ser el nuestro.
Escr¨²pulos
Y es que, desacreditadas ya las quejas, en otro tiempo habituales, sobre la insuperable dificultad esc¨¦nica inhererite al empe?o de montar el teatro de Valle, la propia dimensi¨®ri y el vasto alcance del campo narrativo de las Comedias b¨¢rbaras parece seguir despertando no s¨®lo la pereza en algunos, sino que levanta el escr¨²pulo de los mojigatos.
As¨ª, "novela dialogada", "teatro cinematogr¨¢fico", son soniquetes que todav¨ªa hoy se oyen en boca de reputados valleinclanistas y otros guardianes de la ley literaria.
Por supuesto que la trilog¨ªa de las Comedias b¨¢rbaras -en la que se advierte, a mi juicio, la m¨¢s honda y fiel transferencia teatral del propio Valle, ¨¦l mismo trasmutado, a lo largo de las tres piezas, en un don Juan Manuel Montenegro altanero, l¨²brico y arbitrariamente generoso, pero tambi¨¦n en el cronista implacable del hundimiento de su mundo- desborda todas las medidas y convenciones de una teatralidad al uso.
La desmesura de sus requerimientos esc¨¦nicos corre pareja con la creaci¨®n de una lengua dram¨¢tica, que con sus resonancias quim¨¦ricas y su violenta intensidad aspira concienzudamente a hacer saltar los muros de contenci¨®n que protegen una est¨¦tica fijada en patrones inamovibles, "cavando" -son palabras del mismo Valle-Incl¨¢n-, "la cueva donde enterrar esta hueca y pomposa prosa castiza que ya no puede ser la nuestra".
Totalidad
Unas aspiraclones de totalidad, por tanto, que en todo caso tambi¨¦n se ericuentran en la entra?a de obras como, por ejemplo, La Celestina, en el Fausto, de Goethe, o en Los ¨²ltimos d¨ªas de la humanidad, de Kraus es decir en todo ese teatro durante a?os tenido por imposible y que hoy, en tiempos de acomodaticio repliegue en la banalidad, se muestra como no s¨®lo perfectamente posible, sino como necesario espejo deforniante y norma formal.
Vicente Molina Foix escritor, es el adaptador de Comedias b¨¢rbaras.
Babelia
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