La Iglesia polaca arremete contra el aborto y los anticonceptivos
La campa?a de la Iglesia cat¨®lica para prohibir el aborto y limitar al m¨¢ximo el uso de los anticonceptivos est¨¢ dominando la vida pol¨ªtica y social de Polonia. El reciente llamamiento de los obispos a los fieles para que act¨²en contra el refer¨¦ndum sobre la ilegalizaci¨®n de la interrupci¨®n artificial de? embarazo coincide con la cada vez m¨¢s activa postura del clero que, por ejemplo, niega la absoluci¨®n a las mujeres que utilizan el DIU.
La presi¨®n moral del clero polaco sobre las conciencias de los ciudadanos, singularmente sobre las mujeres, se advierte por todas partes. Es cada vez m¨¢s grande el n¨²mero de mujeres que se quejan de que los sacerdotes les preguntan constantemente si utilizan cualquier m¨¦todo anticonceptivo.
Pero la influencia de la Iglesia y la religi¨®n cat¨®licas en la vida cotidiana de los polacos se advierte especialmente en las intervenciones de funcionarios del Estado que hacen gala de su fervor religioso. As¨ª, han provocado un verdadero esc¨¢ndalo unas recientes declaraciones del viceministro de Sanidad, quien subrayando sus "sentimientos religiosos", calific¨® a los homosexuales de "degenerados", al tiempo que descalificaba el preservativo no s¨®lo como m¨¦todo para la prevenci¨®n del embarazo, sino tambi¨¦n del sida.
Aunque el Ministerio de Sanidad se distanciara oficialmente de las declaraciones de uno de sus m¨¢ximos representantes, el viceministro Kazimierz Kapera sigue, de momento, en su cargo.
En una entrevista para la televisi¨®n polaca, Kapera afirm¨® que estaba en contra del uso "de cualquier tipo de anticonceptivos". Preguntado sobre el preservativo como medio de prevenci¨®n del sida, el viceministro explic¨® a los televidentes que el sida est¨¢ limitado, sobre todo, a los contactos homosexuales como principal factor de riesgo, "lo que, seg¨²n nuestras [del ministerio] convicciones", a?adi¨® Kapera, "es una degeneraci¨®n".
Sentimientos privados
Al fin de la entrevista el viceministro de Sanidad asegur¨® que una conducta moral sana puede ser una garant¨ªa "cien por cien" de que no se contraer¨¢ la temida enfermedad. Explicando m¨¢s tarde sus declaraciones, Kapera sostuvo que "un funcionario tiene el derecho, de vez en cuando, a desvelar un poco sus sentimientos privados".
El pasado 2 de mayo, dos semanas antes del debate parlamentario sobre un proyecto de ley que ilegalice el aborto, la conferencia plenaria del episcopado de Polonia entr¨® en una nueva fase de lucha contra la interrupci¨®n del embarazo al lanzar un llamamiento a los fieles para que se opongan a los planes de convocar un refer¨¦ndum nacional sobre el espinoso tema. La consulta la propuso Jacek Kuron uno de los legendarios l¨ªderes hist¨®ricos de la oposici¨®n anticomunista y ahora diputado.
En su documento, los obispos afirman que existen leyes naturales, provenientes de Dios, que el hombre no puede infringir por cuanto "no se puede proponer ning¨²n refer¨¦ndum" sobre el tema del derecho a la vida. Seg¨²n los obispos, tal refer¨¦ndum atentar¨ªa contra el hombre y el orden natural de las cosas pudiendo llevar "a otros actos deshonestos como la eutanasia". En este con texto , los obispos cat¨®licos no dudaron en recordar que "la forma m¨¢s radical de cuestionar la vida fueron los campos de concentraci¨®n".
Un documento muy distinto fue proclamado recientemente por la minoritaria en Polonia Iglesia Evang¨¦lica de Augsburgo, la ¨²nica voz discordante. Su s¨ªnodo calific¨® recientemente como "un fracaso de la Iglesia entendida como fuerza moral" el que se desee "decidir el problema del aborto por v¨ªa de una ley".
La creciente presencia de la Iglesia cat¨®lica en la vida p¨²blica causa cada vez mayor malestar entre muchos polacos. Sondeos de opini¨®n realizados el pasado mes de marzo apuntaron un descenso de la popularidad de la Iglesia cat¨®lica en un 25% a lo largo de los ¨²ltimos 12 meses. Otros sondeos se?alan que el 58% de los polacos es contrario a la prohibici¨®n del aborto, aunque s¨®lo un 30% se declara a favor de su legalizaci¨®n.
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