Imperialismos
Ojo. Aqu¨ª hay un ide¨®logo. En un momento en que se insiste en la necesidad de un rearme ideol¨®gico del socialismo espa?ol, aparece el presidente de la Junta de Extremadura y resucita la ley del desarrollo desigual y los factores pol¨ªticos que pueden conducir al imperialismo interior, es decir, a la diferente capacidad de acumulaci¨®n y desarrollo de las regiones de un mismo Estado. El debate es apasionante y un tanto absurdo que se haya suscitado en el momento en que el se?or presidente de Extremadura necesita acrecentar su estatura electoral y en el que su afirmaci¨®n, reiterada, de que Catalu?a ha robado a Espa?a puede ser interpretada como un ataque indirecto al tr¨ªo Serra, Borrell, Sol¨¦ Tura. La pureza te¨®rica del debate queda un tanto contaminada de desaf¨ªo electoral concreto y de batalla por la correlaci¨®n de fuerzas entre pragm¨¢ticos y guerristas.Porque muy recientemente, Rodr¨ªguez Ibarra ha tenido a su disposici¨®n un acontecimiento de primera magnitud, la guerra del Golfo, y no ha dicho esta boca es m¨ªa a prop¨®sito del papel de mozos de carga de los B-52 asumido por el Gabinete de urgencia. Si es cierto que hay una literatura socialista sobre los desequilibrios interiores, tambi¨¦n la hay sobre el imperialismo moderno internacional, y la pureza de ideas de Rodr¨ªguez Ibarra habr¨ªa sido muy bien acogida en aquellos d¨ªas, en los que muchos ide¨®logos no sab¨ªan qu¨¦ decir si no llevaban el archivo encima. Pero con las ideas tan bien puestas como las tiene el l¨ªder extreme?o, que no se reprima, que no se contenga, que se arriesgue a equivocarse en beneficio de verdades futuras.
Claro que Catalu?a como tierra de ladrones se concreta tambi¨¦n en Obiols, Maragall, Serra... Pero este es un asunto rigurosamente interno, y ya se sabe que en pol¨ªtica a veces el robado tiene que meterse en la misma cama con los ladrones. E incluso se dan situaciones mucho peores.
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