Rehenes occidentales a cambio de presos ¨¢rabes
El radical integrista Hussein Musawi conf¨ªa en la libertad de los cautivos en L¨ªbano
Desde las ventanas de su hermosa casa de un piso rodeada de guardaespaldas barbudos y ¨¢rboles llenos de cerezas maduras, Hussein Musawi ve el mundo como una lucha inflexible de los musulmanes contra Israel y sus amigos occidentales. Sin embargo, para el hombre que ha actuado algunas veces como portavoz oficioso de la temida Yihad Isl¨¢mica, se ha presentado de s¨²bito una rara oportunidad para negociar indirectamente con el Estado jud¨ªo un intercambio de centenares de ¨¢rabes presos en Israel a cambio de una docena de rehenes occidentales en el L¨ªbano.
En la ¨²ltima de una serie de declaraciones que reflejan la posici¨®n de los Gobiernos de Ir¨¢n, Siria y L¨ªbano, as¨ª como la evidente angustia entre los propios secuestradores, Musawi asegur¨® a EL PA?S que la clave de la liberaci¨®n de todos los rehenes no est¨¢ ¨²nicamente en manos de Israel, y que el Reino Unido y Estados Unidos deber¨ªan actuar con rapidez para cerrar el caso de los rehenes.Quienes tratan de poner fin al sufrimiento de Terry Waite, John McCarthy, Jack Mann y los seis norteamericanos secuestrados en Beirut desde 1985 deben concentrar ahora sus esfuerzos en Israel, afirm¨® Musawi en una entrevista en esta remota aldea shi¨ª al sur de Baalbek, donde los militantes proiran¨ªes de Hezbol¨¢ mantienen una de sus bases m¨¢s firmes, no lejos de las posiciones del Ej¨¦rcito sirio.
"Cuando nuestros hermanos secuestrados por los israel¨ªes recuperen su libertad, los otros rehenes occidentales ser¨¢n tambi¨¦n liberados", dijo Musawi.
Musawi, un antiguo maestro de escuela de pelo canoso que dirige el grupo fundamentalista Amal Isl¨¢mico, pero a quien gusta presentarse como un miembro de Hezbol¨¢, evidentemente comparte la confianza de los presidentes de Ir¨¢n y Siria y de las principales figuras shi¨ªes de L¨ªbano, que insisten en que Estados Unidos deber¨ªa desempe?ar un papel decisivo en la liberaci¨®n de sus rehenes. Creen que Washington puede persuadir a Israel para que ponga en libertad a unos 350 libaneses y palestinos presos en el c¨¦lebre penal de Al-Jiam, en los territorios del sur de L¨ªbano ocupados por Israel, donde los organismos internacionales nunca han podido verificar los informes de torturas porque Israel siempre les ha negado el acceso.
Londres y Washington
Desde el presidente de Ir¨¢n al vicepresidente de Siria, pasando por hombres como Musawi, una de las pocas personas de las que se cree que mantienen contactos espor¨¢dicos con los representantes de la Yihad Isl¨¢mica, existe el convencimiento com¨²n de que ser¨ªa de justicia que Londres y Washington plantearan el caso del jeque Abdel-Karim Obeid, jefe religioso shi¨ª secuestrado por los israel¨ªes en su casa del pueblo de Yibchit en circunstancias casi id¨¦nticas a las del secuestro de Terry Anderson, el corresponsal de la agencia Associated Press raptado por pistoleros en Beirut hace seis a?os.
Israel se niega a negociar un acuerdo en el que se excluya el regreso de soldados israel¨ªes capturados en combate en el sur de L¨ªbano, y la devoluci¨®n de los cuerpos de los siete desaparecidos en combate en el sur de L¨ªbano hace cuatro a?os. El jeque Mohamed Mehdi Shamsedden, m¨¢xima autoridad del Consejo Shi¨ª de L¨ªbano, formul¨® el lunes una oferta de negociaci¨®n para repatriar los cuerpos de los muertos en combate como parte de un acuerdo m¨¢s amplio sobre intercambio de rehenes. Israel no ha dado ninguna respuesta.
En diversos c¨ªrculos musulmanes, exist¨ªa el pasado martes un cauto optimismo sobre una posible resoluci¨®n de la crisis de los rehenes, optimismo que parec¨ªa derivar del hecho de que James Baker hab¨ªa vuelto a Jerusal¨¦n. El secretario de Estado norteamericano no oculta la creciente impaciencia en Washington ante las objeciones israel¨ªes a los esfuerzos para promover la conferencia de paz ¨¢rabe-israel¨ª, y analistas pol¨ªticos musulmanes de Beirut afirmaban que Baker podr¨ªa pedir al Gobierno de Shamir que considerase las iniciativas referentes a los rehenes propuestas por Ir¨¢n, Siria y otros intermediarios oficiosos de los secuestradores que, seg¨²n se afirma, han visitado recientemente Teher¨¢n.
Mientras remueve calmosamente con una cucharilla su humeante vaso de t¨¦, Musawi -que ha negado siempre cualquier relaci¨®n con los secuestradores, pero cuyas muy precisas predicciones sobre temas relacionados con los rehenes sugieren que est¨¢ verdaderamente bien informado- afirm¨® que muy pocas veces se ha esbozado tan claramente una soluci¨®n. "Creo que las oportunidades son ahora mucho mejores", a?adi¨®.
Su posible inter¨¦s personal en mantener rehenes norteamericanos tambi¨¦n ha desaparecido: la demanda original de Yihad Isl¨¢mica -que los estadounidenses presionaran a Kuwait para lograr la liberaci¨®n de los 15 militantes proiran¨ªes todav¨ªa presos en Kuwait por una serie de atentados con explosivos en 1983 ha dejado de ser un argumento v¨¢lido, pues todos ellos, incluido su sobrino Hussein Yusef Musawi, escaparon de la prisi¨®n tras la invasi¨®n del emirato por parte de Irak el pasado agosto.
"Occidente tiene sus rehenes, y nuestros hermanos que combaten tienen los suyos", dijo Musawi. "?Por qu¨¦ al jeque Obeld se le describe como un prisionero, y no como un reh¨¦n, que es lo que en realidad es? Nuestros hermanos presos en las c¨¢rceles israel¨ªes son tambi¨¦n rehenes".
"La libertad debe ser para todos," a?adi¨®, repitiendo las palabras del jeque Mohamed Husein Fadlal¨¢, el respetado gu¨ªa espiritual de Hezbol¨¢, que el pasado viernes toc¨® la fibra sensible de muchos libaneses y palestinos cuando denunci¨® con amargura que, mientras la atenci¨®n internacional se centra exclusivamente en los sufrimientos de 12 occidentales, el mundo sigue ignorando las tribulaciones de los ¨¢rabes en cautividad.
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