Borrachera europea

Soy ciudadano brit¨¢nico afincado en Espa?a, y opino que el asunto de la e?e raya en lo grotesco. Que sepa, ning¨²n idioma ha perdido hasta ahora ninguna de sus graf¨ªas a causa de los acuerdos, comercios o asociaciones que haya podido establecer el pa¨ªs en que se habla, y hace d¨¦cadas que fabricamos, exportamos e importamos m¨¢quinas de escribir que llevan e?e para Espa?a y no para otros pa¨ªses. Por si fuera poco, ?cu¨¢nto tiempo llevan incluidos en nuestros teclados los signos de d¨®lar y libra esterlina, bastante m¨¢s innecesarios? Admito que nuestra integraci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica en Europa puede haber conllevado ciertas ventajas para la naci¨®n y sus habitantes, pero tambi¨¦n es cierto que varias de las caracter¨ªsticas que distingu¨ªan a Espa?a como un pa¨ªs especialmente amable y atractivo est¨¢n desapareciendo. Esta absurda borrachera europea ha alcanzado en primer lugar a nuestro presidente, cuya frase preferida es "porque en, la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos... " cuando necesita justificar alguna decisi¨®n gubernamental criticada por la poblaci¨®n, olvidando que la realidad europea dista mucho de las sainetescas situaciones que aqu¨ª nos hacen vivir desde hace a?os. En cualquier caso, y volviendo a la cuesti¨®n de la e?e, si al final consiguen -que es lo que intentar¨¢n- que de un modo pr¨¢cticamente desapercibido desaparezca de nuestros ordenadores y nuestros textos, para luego enfrentarnos con el hecho consumado, habr¨¢n de v¨¦rselas con la indignaci¨®n y el ultraje de la mayor¨ªa de los espa?oles, y nuestros escritores y poetas clamar¨¢n desde sus tumbas. Adem¨¢s, va a ser una risa cuando llegue su anhelado 1992 y tengan todos que desearse un pr¨®spero a?o nuevo.-