Una naci¨®n cansada de los 'tories'

Los partidos son m¨¢s fuertes que los Gobiernos. El Partido Conservador y el Partido Laborista son grandes organizaciones que sobrevivir¨¢n a los errores o deficiencias de l¨ªderes individuales. Obtienen su poder de la gente y cambian s¨®lo cuando cambia la gente. Los Gobiernos, por el contrario, son eras colecciones de seres humanos falibles. Pueden caerse en pedazos, de repente, como otras instituciones m¨¢s peque?as, porque sus l¨ªderes pierden la visi¨®n o la energ¨ªa o el sentido com¨²n. A veces nos resulta dif¨ªcil recordarlo, tan grande y poderoso parece el edificio de Estado tras el cual opera el Gobierno. Pero un Gobierno puede caer en un d¨ªa.Este Gobierno tiene aspecto de muerto. Ha hecho todo lo posible para hacerse elegible y, a juzgar por los resultados de Monmouth, no ha sido suficiente. (...) ?En qu¨¦ se han equivocado? Muchos de los problemas del Gobierno, el primero de los cuales es el estado de la econom¨ªa, son legado del thatcherismo en sus ¨²ltimos y m¨¢s descabellados d¨ªas. (...)

En muchos sentidos, Major no tiene la culpa. Accedi¨® al poder despu¨¦s de que el thatcherismo hubiera degenerado en arrogancia y vanidad. Pero el nuevo modelo de tories no parece que tenga nuevas buenas ideas (...). El fina de todo ello puede, sin embargo, ser el mismo: que la naci¨®n ha acabado aburri¨¦ndose de estos tories y votar¨¢, y debe hacerlo, al Partido Laborista.

, 19 de mayo