Tr¨¢mite en la OPEP

LA INUSUAL celeridad con que ha concluido la reuni¨®n de la OPEP en la que se ha acordado mantener la actual producci¨®n de petr¨®leo no es expresiva de la ausencia de conflictos en el seno de este grupo, sino del aplazamiento de su soluci¨®n hasta septiembre. El previsible incremento en la demanda de los pa¨ªses industrializados, por un lado, y la incorporaci¨®n a la oferta de las producciones de Kuwait e Irak, por otro, complicar¨¢n sin duda la situaci¨®n en los pr¨®ximos meses.De los 22,3 millones de barriles diarios que se producen actualmente est¨¢n ausentes las cuotas asignadas en la reuni¨®n de julio de 1990, antes del conflicto, a Kuwait (1,5 millones de barriles diarios) y a Irak (3,1 millones de barriles diarios). El primero tardar¨¢ meses en reconstruir su capacidad original de producci¨®n, estim¨¢ndose en tan s¨®lo 50.000 barriles diarios las posibilidades de bombeo de crudo en los pr¨®ximos dos meses. Bien distinto es el caso de Irak, susceptible de recuperar su potencial de exportaci¨®n tan r¨¢pidamente como se levanten las sanciones establecidas por las Naciones Unidas. Irak produce actualmente cerca de 500.000 barriles diarios, que destina a la satisfacci¨®n de su propia demanda y al suministro de 55.000 barriles diarios a Jordania. La reducci¨®n de la producci¨®n de esos, dos pa¨ªses est¨¢ siendo compensada desde agosto pasado por aumentos del resto de los miembros del cartel, muy especialmente de Arabia Saud¨ª. En consecuencia, el eventual ajuste que haya de efectuarse en el seno de la producci¨®n de ese grupo se har¨¢ probablemente con cargo a esos casi 2,6 millones de barriles diarios que Arabia Saud¨ª produce en exceso sobre su cuota original de 5,4 millones de barriles diarios, con la que se mantiene la producci¨®n conjunta del cartel en sus niveles previos a la invasi¨®n de Kuwait.

En tales condiciones, alcanzar un precio de 21 d¨®lares por barril, como el propuesto entonces (m¨¢s de tres d¨®lares superior al hoy vigente en los mercados), es un objetivo que depender¨¢ de la voluntad de Arabia Saud¨ª para sacrificar ese exceso de capacidad y, en ¨²ltima instancia, de la evoluci¨®n de la demanda en los pa¨ªses importadores. Independientemente de que se confirmen las expectativas de recuperaci¨®n de las principales econom¨ªas industrializadas a lo largo del ¨²ltimo trimestre de este a?o, no es previsible que las ¨ªmportaciones de crudo respondan con similar intensidad; individual y colectivamente, los pa¨ªses industrializados no parecen dispuestos a tolerar los grados de autonom¨ªa de que ha dispuesto la OPEP en el pasado, y s¨ª, por el contrario, a administrar los resultadosde la guerra en beneficio de la estabilidad del mercado de esa materia prima. La Comunidad Europea y el Organismo Internacional de la Energ¨ªa (IEA), cuya ¨²ltima reuni¨®n tuvo lugar un d¨ªa antes que la de la OPEP, han coincidido en las orientaciones b¨¢sicas, de aumento de sus existencias estrat¨¦gicas y de diversificaci¨®n de fuentes de aprovisionamiento, cursadas recientemente a sus pa¨ªses miembros.

La convocatoria de una reuni¨®n conjunta del IEA y de la OPEP los pr¨®ximos d¨ªas 1 y 2 de julio, a iniciativa de los presidentes de Francia y Venezuela, puede constituir el inicio de una nueva etapa en la relaci¨®n entre productores y consumidores, de la que, sin excesiva merma de la soberan¨ªa del mercado, reclamada por EE UU en su empe?o porque esa reuni¨®n no llegue a celebrarse, puedan eliminarse los factores de inestabilidad e incertidumbre que han amenazado en los ¨²ltimos 20 a?os la garant¨ªa de suministro de esta materia prima, la ¨²nica cuyo precio era, en gran medida, determinado por la voluntad de los Gobiemos de los pa¨ªses productores.