Robert Strauss
Un millonario dem¨®crata, nuevo hombre de Bush en Mosc¨²
Lecci¨®n para los europeos en general y los espa?oles en particular. En Estados Unidos, la afiliaci¨®n pol¨ªtica al principal partido de la oposici¨®n no constituye obst¨¢culo para desempe?ar los m¨¢s altos puestos con el Gobierno de turno, como acaba de demostrar el presidente George Bush, republicano, al nombrar al dem¨®crata m¨¢s famoso del pa¨ªs, Robert Schwarz Strauss, de 72 a?os, nuevo embajador en Mosc¨², el puesto m¨¢s delicado de la diplomacia estadounidense.Con este nombramiento, Bush pretende demostrar dos cosas: en primer lugar, que existe un consenso bipartidista en la forma de conducir las relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y en segundo, que Mija¨ªl Gorbachov tendr¨¢ a mano en Mosc¨² una persona, como Strauss, con acceso directo a la c¨²pula del poder pol¨ªtico de EE UU por su amistad personal con el titular de la Casa Blanca y con el secretario de Estado, James Baker.
Tejano -en la actual Administraci¨®n, ser tejano constituye un grado-, millonario y uno de los abogados de empresa m¨¢s famosos del pa¨ªs, Strauss viajar¨¢ a la capital sovi¨¦tica tan pronto sea confirmado en el cargo por el Senado con la misi¨®n espec¨ªfica de predicar a Mija¨ªl Gorbachov las ventajas del capitalismo, una asignatura que el veterano pol¨ªtico conoce a la perfecci¨®n a trav¨¦s de sus m¨²ltiples contactos con las multinacionales m¨¢s poderosas.
Presidente del Partido Dem¨®crata durante cinco a?os, ministro de Comercio Exterior y enviado especial en Oriente Pr¨®ximo con Jimmy Carter y director de la campa?a para la fallida reelecci¨®n de este presidente en 1980, Strauss constituye el paradigma del fiel militante dem¨®crata, hasta tal punto que en los c¨ªrculos pol¨ªticos se le conoce como Mr. Democrat.
Strauss record¨® su afiliaci¨®n pol¨ªtica cuando compareci¨® el martes en compa?¨ªa de Bush ante la prensa en el jard¨ªn de la Casa Blanca para aceptar el ofrecimiento presidencial. "Entro a este cargo como dem¨®crata, y como dem¨®crata saldr¨¦ de ¨¦l", subray¨®. "Pero el presidente cree que puedo ser de utilidad al pa¨ªs en Mosc¨², y tratar¨¦ de hacer lo que pueda".
Negociador consumado, Strauss es uno de los asesores jur¨ªdicos favoritos de las m¨¢s poderosas empresas norteamericanas. Su ¨²ltima minuta, por un total de ocho millones de d¨®lares (cerca de 900 millones de pesetas) por el arreglo de la venta del grupo de Hollywood MCA a la Mitshubisi japonesa, marc¨® un hito en la cuant¨ªa de los honorarios de abogados del pa¨ªs.
Su viejo amigo John White, tambi¨¦n ex presidente del Partido Dem¨®crata, ha calificado a Strauss como "la quintaesencia del capitalismo". "Bob ense?ar¨¢ a los rusos a hacer dinero", manifest¨® White a The New York Times.
Aparte de su amistad personal con Bush, el verdadero compadre del nuevo embajador es el secretario de Estado, James Baker, que, en la mejor tradici¨®n tejana, no pierde ocasi¨®n para gastarle bromas en p¨²blico. En la cena anual del exclusivo Club Gridiron de Washington, Baker ironiz¨® cruelmente sobre la gesti¨®n de Strauss como enviado especial de Jimmy Carter en Oriente Pr¨®ximo con la siguiente frase: "Gracias a la brillante gesti¨®n de Bob Strauss, Oriente Pr¨®ximo ha gozado desde entonces de la paz y la estabilidad que todos conocemos".
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