Historia de un abono
El objeto de esta carta es informarle sobre los hechos ocurridos en las oficinas de la plaza de toros de Las Ventas (Madrid):- D¨ªa 27 de mayo de 1991. Acudo a mi abono (tendido 7, fila 20, n¨²mero 34) a presenciar la corrida de toros. Terminado el espect¨¢culo salgo de la plaza y observo que mi veh¨ªculo (moto Vespa PK M-5800-GM), en cuyo cajet¨ªn est¨¢ mi tarjeta de abonado de estudiante (andanada del 5), ha sido robado. Esa misma noche presento la correspondiente denuncia en la comisar¨ªa de Ventas.
- D¨ªa 29 de mayo de 1991
Un familiar cercano, ya que por motivos acad¨¦micos no puedo hacerlo, acude a las oficinas de Toresma, SA, intentando que le sea expedido un duplicado. Se le contesta que el abono ha sido retirado el d¨ªa 28 de mayo al ser utilizado por persona distinta al titular del mismo. Presenta la denuncia de la sustracci¨®n del veh¨ªculo, fechada el d¨ªa 27 de mayo, demostrando que no es responsable de la citada utilizaci¨®n, exigiendo la b¨²squeda de una soluci¨®n. Es expulsado de dicha oficina, despu¨¦s de media hora de conversaci¨®n, con despreciable educaci¨®n y malos modos.
- D¨ªa 3 de junio de 1991. Acudo en persona a las referidas oficinas. Despu¨¦s de una espera de 30 minutos, soy atendido por un empleado, el cual me responde que no est¨¢ dispuesto a devolverme mi abono y me insta a que presente una denuncia contra la empresa de la plaza de toros. Realmente perplejo, logro que me atienda un empleado superior, al que explico de nuevo mi situaci¨®n; me contesta de nuevo con malos modos, llegando a proferir gritos y palabras altisonantes, cerr¨¢ndome la puerta del despacho de un portazo. Exijo a un empleado que por all¨ª encuentro que se me comunique por escrito la intenci¨®n de no devolverme el abono. No hay respuesta y me invita, con cierto tono de amenaza, a que me retire de la oficina.
Absolutamente contrariado, y sinti¨¦ndome indefenso y vejado por el trato recibido, abandono las oficinas.
Observando la total incompetencia de los taurinos de la plaza de Madrid, empiezo a comprender por qu¨¦ los carteles de esta feria son los peores desde hace cinco a?os, el ganado casi a diario es impresentable, el afeitado vuelve a ser com¨²n, la reventa vende a precios astron¨®micos casi el 35% de las entradas y la fiesta que desde peque?o aprend¨ª a amar se degrada hasta l¨ªmites realmente insospechados.
?Mal, se?ores Lozano y Cano! Una vez m¨¢s: ?muy mal!-
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