A ritmo de pasodoble

"Juro y adem¨¢s prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente las obligaciones del cargo de alcalde con lealtad al Rey y cumplir y hacer cumplir la Constituci¨®n". Con estas palabras, a las 12.15 de la ma?ana de ayer, Jes¨²s Gil y Gil, presidente del Atl¨¦tico de Madrid, se convert¨ªa en alcalde de Marbella, ciudad donde tiene inversiones inmobiliarias valoradas en unos 9.500 millones de pesetas. Unas 2.000 personas aplaudieron su discurso desde el balc¨®n: tono directo y populista, con aromas de Fuenteovejuna. El acto culmin¨® con los acordes del pasodoble Viva Espa?a.

La portavoz de la oposici¨®n, Isabel Mar¨ªa Garc¨ªa, tuvo que guardarse su discurso en el bolsillo. "No he podido pronunciarlo. Si ¨¦l sigue as¨ª, yo tambi¨¦n tendr¨¦ que hacer oposici¨®n en la calle", se lamentaba esta mujer, una de los cuatro concejales del PSOE que, junto a dos independentistas de San Pedro, tendr¨¢n enfrente a los 19 concejales del Grupo Independiente Liberal (GIL), que dirige Jes¨²s ¨ªdem.La ceremonia, en el sal¨®n de plenos del ayuntamiento, fue r¨¢pida. Jes¨²s Gil, soriano de 58 a?os, que hace dos fue declarado persona no grata por el ayuntamiento, pos¨® unos instantes con la vara de edil antes de salir al balc¨®n. Sus seguidores -gente del pueblo y ausencia de famosos-, que llenaban la plaza y hab¨ªan seguido el acto por pantalla, le saludaron con gritos de "alcalde, alcalde" y p¨¦talos de buganvilla.

Gil y Gil ya era edil. "?ste es el momento m¨¢s feliz que un ser humano puede vivir", comenz¨®. Su semblante sudoroso y emocionado lo confirmaba. "El pueblo ha dicho basta y vamos a trabajar todos ( ... ) Nuestro caso no es uno m¨¢s en la historia del mundo. El pueblo de Marbella lo hemos hecho tan a lo b¨¢rbaro que hemos roto todos los moldes pol¨ªticos, sociales y todo lo que se pod¨ªa imaginar. Hemos sido la noticia de atenci¨®n a nivel mundial", afirm¨®.

"Franco, Franco"

Gil, que dijo respetar la democracia, pidi¨® respeto para su opci¨®n, respaldada masivamente en las urnas por un pueblo "decepcionado y desilusionado". Tambi¨¦n solicit¨® la colaboraci¨®n del Gobierno e inv¨ªt¨® al obispo de M¨¢laga, Ram¨®n Buxarrais, a que compruebe que Marbella "no es Sodoma y Gomorra".

Gil y Gil, convencido de que "toda Espa?a" estar¨¢ pendiente de su gesti¨®n, asegur¨® que llevar¨¢ adelante proyectos como el tren monorra¨ªl a M¨¢laga y la construcci¨®n de 5.000 viviendas sociales -de 33 metros cuadrados-. "Yo soy urbanista, pero os voy a explicar de d¨®nde voy a sacar el dinero", dijo, y su explicaci¨®n sobre c¨®mo financiar los proyectos bien podr¨ªa resucitar a alg¨²n marxista: "La plusval¨ªa, para el pueblo donde se crea. No caben los especuladores".

En la plaza, todo eran aplausos y vivas. S¨®lo una voz discordante, la de un hombre que, cerveza en mano, le gritaba "Franco, Franco" con tono de insulto. Tres municipales se lo llevaron "por alborotador".

Tras el discurso, Jes¨²s Gil salud¨® durante varios minutos. Sac¨® al balc¨®n a un joven subnormal que vest¨ªa la camiseta del Atl¨¦tico de Madrid. Al bajar para dirigirse a la capilla del Cristo del Gran Amor, la banda de m¨²sica de la Cruz Roja se arranc¨® con el Viva Espa?a. "Con un pueblo as¨ª, yo puedo con el mundo", dijo.