Ciclomotores y psicolog¨ªa

Un nuevo anuncio comercial anima a los j¨®venes a conseguir un ciclomotor de sus padres (se entiende que todav¨ªa no tienen capacidad econ¨®mica o legal para hacerlo por s¨ª mismos). Lo que tienen que decir, las buenas razones, son: que llegar¨¢n en punto a casa (como si la causa de esta obligaci¨®n no fuera cualquier posible peligro para el joven); que tendr¨¢n m¨¢s libertad e independencia (como si estos valores tuvieran algo que ver con la velocidad), y la maliciosa insinuaci¨®n de que el peligro ya existe previamente cuando se monta con los amigos (como si no existiera una l¨®gica correlaci¨®n entre frecuencia de uso y probabilidad de accidente).Doy la enhorabuena a los publicitarios por su conocimiento de la psicolog¨ªa colectiva simple,

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incluso ante unos argumentos tan f¨¢cilmente desmontables. Aunque no se diese la circunstancia personal de que hace unos d¨ªas mi sobrino m¨¢s querido haya fallecido, con 14 a?os, en uno de esos accidentes de ciclomotor, creo que sentir¨ªa id¨¦ntica repugnancia ante una imagen irreflexiva y consumista tan desacorde con mi idea sobre la juventud.-