La URSS teme que la CSCE aliente sus conflictos
ENVIADOS ESPECIALES El temor de algunos pa¨ªses y, especialmente, de la URSS, de que sus vecinos, antiguos aliados o enemigos, se inmiscuyan en sus asuntos internos de ¨ªndole nacionalista entorpeci¨® ayer la adopci¨®n por la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE) de un mecanismo de emergencia para evitar que las crisis degeneren en conflictos abiertos. A ¨²ltima hora, delegaciones de altos funcionarios intentaban hallar un compromiso para superar las reticencias de la URSS y de Turqu¨ªa.
"No deben resucitar nunca m¨¢s los demonios de anta?o", afirm¨® el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, en su discurso de apertura de la primera conferencia de ministros de Asuntos Exteriores de los 34 pa¨ªses miembros de la CSCE, que se inici¨® ayer y finaliza hoy en el Reichstag berlin¨¦s. Albania, el ¨²nico pa¨ªs del continente que faltaba, se incorpor¨® ayer a la CSCE.Para evitar que reaparezcan los peligros latentes, que para el canciller federal son "el nacionalismo y el racismo, la intolerancia ideol¨®gica y el uso de la violencia" es necesario "crear nuevos mecanismo para la soluci¨®n de conflictos y el arreglo de controversias".
En su versi¨®n original la propuesta hubiese permitido a un Estado preocupado por una situaci¨®n an¨®mala en su entorno obtener primero la convocatoria de una reuni¨®n de altos funcionarios, y despu¨¦s una mediaci¨®n no vinculante con el vecino efectuada por expertos nombrados por el Centro de Prevenci¨®n de Conflictos, un organismo de la CSCE con sede en Viena.
Temeroso de que el mecanismo en ciernes d¨¦ pie a varios pa¨ªses, empezando por los escandinavos, para ingerirse en los conflictos entre Mosc¨² y las rep¨²blicas nacionalistas, el sovi¨¦tico Alexander Besm¨¦rtnij solicit¨® en un principio que los Estados afectados tuvieran derecho de veto, pero ayer redujo su exigencia. Se limit¨® a pedir que el procedimiento se vincule con el Acta de Helsinki y la Carta de Par¨ªs, que excluyen las ingerencias en los asuntos internos de cualquier pa¨ªs firmante. Sorprendentemente, el secretario de Estado de EE UU, James Baker, acept¨® la contraoferta, y a su hom¨®logo alem¨¢n y anfitri¨®n de la reuni¨®n, Hans Dietrich Genscher, tambi¨¦n le debi¨® parecer bien porqueresalt¨® ante la prensa que "hab¨ªa un acercamiento" merced a las concesiones de la URSS.
Preguntado poco antes el ministro belga Mark Eyskens, se mostr¨® menos optimista y, en una clara alusi¨®n a Mosc¨²- lament¨® que "algunas capitales no hayan hecho un mayor esfuerzo". B¨¦lgica es de los pa¨ªses reacios a aceptar las condiciones puestas por la URSS y no en balde acoge en su delegaci¨®n a dos nacionalistas estonianos.
El cobijo predilecto de los emisarios b¨¢lticos, cuyos ministros de Exteriores acudieron a Berl¨ªn, siguen siendo, sin embargo, las delegaciones escandinavas. En la sesi¨®n inagural los lituanos se refugiaron entre los funcionarios daneses, los estonianos lo hicieron entre los suecos y los letones se repartieron entre noruegos e islandeses. Mosc¨² contratac¨®. A ¨²ltima hora incorpor¨® a su delegaci¨®n representantes de otras rep¨²blicas menos turbulentas. As¨ª pues acudieron al foro berlin¨¦s los ministros de Exteriores de Bielorusia y Ucrania y emisarios de Armenia. La inquietud que alberga Turqu¨ªa es diferente a la de la URSS. Para Ankara el famoso mecanismo pod¨ªa ser utilizado por Grecia para colocarla a diario en la picota por su ocupaci¨®n del norte de Chipre. Pidi¨® primero, secundada por la URSS, que el n¨²mero de pa¨ªses requerido para poner en marcha el procedimiento fuese de 18, confiada en que Atenas nunca encontrar¨ªa tantos aliados, pero recibi¨® la contraoferta de la CE de reducirlo a 8. "Entre 11 y 13 ser¨¢ el compromiso al que lleguemos", vaticin¨® Fern¨¢ndez Ord¨®fiez.
La CSCE dio un espaldarazo a otro pa¨ªs amenazado por las tensiones nacionalistas: Yugoslavia. Su ministro, Budimir Loncar, hizo una descripci¨®n "impresionante", seg¨²n Genscher, de la tr¨¢gica situaci¨®n que atraviesa su federaci¨®n. Los 35 le respondieron expresando su respaldo "al desarrollo democr¨¢tico, unidad e integridad territorial de Yugoslavia".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.