Lasa, el ¨²ltimo 'diamante' empe?ado por la Real
El traspaso de Mlkel Lasa reconcilia a la Real Sociedad con una cruel tradici¨®n: desprenderse con rapidez de los diamantes que produce, limitando su lucimiento a breves exhibiciones. Curiosamente, el retorno de John Benjam¨ªn Toshack a la Real Sociedad ha permitido al Madrid concretar un traspaso que el t¨¦cnico gal¨¦s hab¨ªa previsto en su etapa como entrenador del conjunto blanco. En el fondo de la historia late la necesidad del conjunto donostiarra de readecuar su econom¨ªa tras el impulso presupuestarlo que signific¨® la contrataci¨®n de jugadores extranjeros.Cuando la Real Sociedad anunci¨® la contrataci¨®n de Toshack -ya cesante en el Real Madrid- el presidente, I?aki Alkiza, le asign¨® primordialmente la gesti¨®n del abaratamiento presupuestario como principal objetivo. Desde el primer momento se supo que Toshack no ve¨ªa con buenos ojos a la tripleta brit¨¢nica del conjunto donostiarra, principal responsable del engordamiento presupuestario del club y con un desigual rendimiento deportivo. El objetivo en tal caso consist¨ªa en resarcirse del coste econ¨®mico que supuso su contrataci¨®n, especialmente en el caso de Dallan Atkinson. Aldridge, el m¨¢s rentable de los tres, pero ya de avanzada edad futbol¨ªstica,. ya ha abandonado el club por motivos familiares. La Real se ha resarcido con sus goles m¨¢s que con su traspaso. M¨¢s dificultades encuentra Toshack para encajar a los otros dos brit¨¢nicos. Varios equipos parecen interesados en Dalian Atkinson, pero la Real no rebaja sus pretensiones econ¨®micas: 400 millones.
En ese plan de reestructuraci¨®n, el nombre de Mike1 Lasa ha estado presente como activo econ¨®mico del club. El inter¨¦s del Real Madrid viene de largo y finalmente 280 millones han hecho posible que el joven jugador donostiarra vista la camiseta blanca durante las cuatro pr¨®ximas temporadas.
Mikel Lasa es un jugador de carril, zurdo y de envidiable condici¨®n ofensiva. Un jugador de largo alcance, con el que Antic pretende ocupar el espacio m¨ªtico de Gordillo. H¨¢bil y descarado en el terreno de juego, sus condiciones t¨¦cnicas le facultan para romper la banda en la lucha individual con la defensa. Hoy por hoy, Mlke1 Lasa es el ¨²nico activo futbol¨ªstico de futuro con que cuenta 14 Real Sociedad, que ocult¨® su ausencia de frutos juveniles con la contrataci¨®n de extranjeros y jugadores de club diseminados por la geograf¨ªa nacional.
La operaci¨®n no tiene, pues, otra explicaci¨®n que la econ¨®mica, lo que unido a la rentabilidad que obtenga el traspaso de sus extranjeros permitir¨¢ a Toshack dise?ar su plantilla con visos opuestos a los utilizados tras su marcha al Madrid.
La Real Sociedad retorna as¨ª a su cruel tradici¨®n. Desprenderse, por la v¨ªa del acuerdo o por el sometimiento a la fuerza de la demanda de los grandes clubes, de los diamantes m¨¢s singulares producidos en la mina de Zubieta. Primero fue la operaci¨®n de Bakero, Beguiristain, Rekarte o L¨®pez Ufarte; despu¨¦s, la intromisi¨®n rojiblanca en los fichajes de Loren, Iturrino y Billabona, y ahora, la contrataci¨®n madridista de Mike1 Lasa, cuya cl¨¢usula de rescisi¨®n estaba cifrada en 500 millones de pesetas.
La rebaja aceptada finalmente por la Real (280 millones) y la negativa a aceptar jugadores como valores de cambio econ¨®mico ratifican el esp¨ªritu econ¨®mico de la operaci¨®n. Seguramente, la Real Sociedad ha considerado que el mantenimiento de un solo jugador no justifica la p¨¦rdida de un ingreso fabuloso en sus arcas, y Lasa se une as¨ª a la di¨¢spora donostiarra, concentrada b¨¢sicamente en el Barcelona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.