La ratonera de Heysel cierra sus puertas
El estadio de Bruselas ha sido escenario de varias tardes dram¨¢ticas
Las pistas que rodean el estadio belga Heysel atraen todos los d¨ªas a deportistas de distintas edades. Su tart¨¢n es cruzado por numerosos atletas y sobre su campo de f¨²tbol fueron disputadas seis finales europeas, una de ellas dram¨¢tica: aqu¨¦lla que enfrent¨® al Liverpool y al Juventus de Tur¨ªn y que vio la muerte de 39 aficionados por la barbarie de los fan¨¢ticos del equipo ingl¨¦s. Desde el pasado 15 de junio, sin embargo, los futbolistas y sus seguidores tienen definitivamente prohibida la entrada.
La decisi¨®n ha sido tomada por el Ministerio del Interior despu¨¦s de que su titular, Louis Tobback, presenciara la agitada final de la Copa de B¨¦lgica disputada entre Brujas y Malinas y ganada por el primero con un claro 3-1. 30 arrestos, un polic¨ªa herido y desagradables peleas entre los espectadores removieron demasiados fantasmas en un campo donde 39 personas perecieron asfixiadas o aplastadas el 29 de mayo de 1985, en los instantes previos a la final entre el Liverpool y Juventus de Tur¨ªn. Seis a?os despu¨¦s, la maldici¨®n que parece pesar sobre Heysel empieza a desvelar su origen. Y no se?ala s¨®lo a un veterano estadio de 1930 con una capacidad te¨®rica para 60.000 espectadores, reducida a unos 35.000 en caso de partidos de f¨²tbol. El estadio ha tratado de renovarse a lo largo de estos 61 a?os de vida. En la d¨¦cada de los a?os 70, el consistorio de Bruselas invirti¨® unos 200 millones de francos belgas en su calidad de propietario del recinto. El dinero sirvi¨® para instalar una pista de atletismo, postes de iluminaci¨®n, un marcador electr¨®nico y una nueva tribuna. Despu¨¦s de la tragedia de 1985, los escalones de las tribunas de pie elevaron su altura y se abrieron enormes puertas de acceso. La defectuosa separaci¨®n f¨ªsica de los aficionados no ha mejorado con el tiempo y volvi¨® a fallar el pasado d¨ªa 15. Para revocar su decisi¨®n posterior de alejar el f¨²tbol de Heysel ser¨¢ necesario un acuerdo entre ayuntamiento, Federaci¨®n Nacional de F¨²tbol (KBVB) y regi¨®n de Bruselas, adem¨¢s de varias compa?¨ªas inmobiliarias. Y desde luego mucho dinero, el ¨²nico conjuro seguro para este caso."Se baraja una cifra superior a los 1.000 millones de francos belgas", afirma Chris van Limbergen desde el ministerio. En 1988 la propia federaci¨®n quiso ya renovar el estadio bruselense. Entonces no pudo alcanzar un acuerdo con las firmas constructoras porque las contrapartidas que exig¨ªan resultaban excesivas: 200.000 metros cuadrados de terreno edificable junto a Heysel para levantar oficinas y centros comerciales. Tres a?os despu¨¦s los responsables del f¨²tbol nacional y la ciudad de Bruselas esperan recibir una oferta menos gravosa para reabrir el estadio.
A la hora de f¨®rmulas los t¨¦rminos de la remodelaci¨®n, ninguno de los interlocutores descarta que pueda aparecer entre ellos un nuevo pabell¨®n deportivo cubierto. Erigido en el ¨¢rea de Heysel, la suma obtenida con su explotaci¨®n servir¨ªa para financiar las obras de su restauraci¨®n. Pero solo es un proyecto, y algunos se muestran contrarios a su realizaci¨®n.
Cualquiera que sea la soluci¨®n adoptada, Heysel debe estar a punto en 1996. Ese a?o, B¨¦lgica y Holanda desean organizar juntas por lo menos la ronda Final de la Eurocopa. Y nada mejor que recuperar un estadio nacional muy remozado. Su cierre ha dejado sin sede fija a la selecci¨®n nacional cuando apenas cuatro de los campos abiertos en el pa¨ªs cumplen con las normas de seguridad impuestas por Interior.
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