Siete millones de mujeres brasile?as recurrieron a la esterilizaci¨®n para controlar la natalidad
El alto n¨²mero de mujeres brasile?as esterilizadas, siete millones con edades comprendidas entre los 15 y los 64 a?os seg¨²n estad¨ªsticas oficiales, ha despertado la sospecha de que la causa sea la existencia de programas de planificaci¨®n familiar elaborados en Estados Unidos en los a?os sesenta. Casi 200 diputados han solicitado la constituci¨®n de una comisi¨®n parlamentaria para investiguar el problema. Un examen del mapa de la esterilizaci¨®n femenina revela que en los Estados m¨¢s subdesarrollados, en el noreste brasile?o, se dan los porcentajes m¨¢s altos de mujeres esterilizadas.
En el Estado de Mara?¨®n casi el 80% de mujeres en edad f¨¦rtil est¨¢n esterilizadas, y m¨¢s de un 64% en Alagoas. Algunos pol¨ªticos brasile?os han lanzado la acusaci¨®n de que la causa de este elevado porcentaje de mujeres esterilizadas responde a un plan elaborado en los a?os sesenta en Estados Unidos para evitar un crecimiento demogr¨¢fico excesivo que pudiera convertirse en un riesgo para la estabilidad del continente. Esta acusaci¨®n se basa en documentos secretos que recientemente han sido liberados en los archivos de Estados Unidos.El ministro de Salud, Alceni Guerra, se manifest¨® con cautela ante el problema y encarg¨® a un organismo gubernamental un estudio de las denuncias. Reconoce Guerra una cosa cierta: "La tasa de crecimiento demogr¨¢fico se vino abajo, y en algunas ciudades, como Recife y Bah¨ªa, faltaron ni?os para vacunar el a?o pasado". El ministro no confirm¨® la cifra de 20 millones de mujeres brasile?as entre 15 y 49 a?os esterilizadas, que hab¨ªa citado una publicaci¨®n de Estados Unidos.
Enga?adas
Benedita da Silva, diputada por el Partido Democr¨¢tico Trabalhista (PDT), que dirige el gobernador Leonel Brizola, se ha convertido en palad¨ªn de la denuncia de la esterilizaci¨®n femenina en Brasil. En una destartalada oficina del centro de R¨ªo de Janeiro, Da Silva recibi¨® al enviado de este peri¨®dico. Negra, de 49 a?os, seis hijos y 12 nietos, de religi¨®n evang¨¦lica y l¨ªder de una favela (barrio de chabolas) de R¨ªo, la diputada Da Silva experiment¨® en carne propia el problema. A los 21 a?os se esteriliz¨® "voluntariamente", y hace hincapi¨¦ en las comillas. Denuncia la diputada que un 90% de las brasile?as esterilizadas son negras y con una escolaridad m¨ªnima, apenas un a?o: "En el noreste se forman filas enormes de mujeres para la ligadura de trompas. Unas quieren y otras ni siquiera saben lo que hacen y van enga?adas".Da Silva afirma que ella lucha para que la esterilizaci¨®n sea una opci¨®n real y no que vayan enga?adas, porque creen que la decisi¨®n es reversible. Para la diputada, todo se debe a una estrategia para Am¨¦rica Latina que en Brasil lleg¨® a su m¨¢xima expresi¨®n. Asegura Da Silva que hay m¨¦dicos que realizan la esterilizaci¨®n sin contar con las pacientes.
Seg¨²n la profesora Sara Costa, la mayor¨ªa de esas mujeres se prestan a esa cirug¨ªa y piensan que podr¨¢n tener hijos despu¨¦s. La diputada Da Silva denuncia que muchas empresas exigen a las mujeres certificados de esterilizaci¨®n para darles empleo.
El peri¨®dico de R¨ªo O Dia public¨® a mediados de mayo el testimonio de una mujer arquitecta de 35 a?os a la que ligaron las trompas sin su consentimiento en un hospital de la ciudad. Cuando la arquitecta dio a luz a su cuarta hija, descubri¨® que la hab¨ªan esterilizado al sorprender una conversaci¨®n entre dos m¨¦dicos. La mujer avis¨® a su marido, que denunci¨® el caso.
Declara la arquitecta que "antes de dejar el hospital se me acerc¨® otra mujer de 26 a?os y me dijo que a ella tambi¨¦n la hab¨ªan esterilizado contra su voluntad. Me pidi¨® consejo, porque no sab¨ªa c¨®mo decirle a su marido que no pod¨ªa tener m¨¢s hijos. El marido quer¨ªa un var¨®n, y ella hab¨ªa dado a luz su cuarta hija". Tras la denuncia del caso, el m¨¦dico sufri¨® una sanci¨®n de 30 d¨ªas de suspensi¨®n de empleo, y ahora sigue en su puesto de trabajo.
A la objeci¨®n de que el control de natalidad y la contenci¨®n de la explosi¨®n demogr¨¢fica es necesaria para el desarrollo de Brasil, replica la diputada Da Silva: "Aqu¨ª no se necesita controlar la natalidad, porque la gente ya se muere de hambre. En Brasil, el hambre es una forma de controlar la natalidad. Los ni?os ya se mueren de hambre y son exterminados, no llegan a los 20 a?os".
El senador del PDT Darcy Ribeiro, antrop¨®logo y escritor, denuni¨® ante la Asamablea legislativa de R¨ªo de Janeiro que "est¨¢ en marcha en nuestra patria todo un enorme y ricamente financiado programa internacional clandestino de control de natalidad por la esterilizaci¨®n de las mujeres pobres. Sobre todo de las negras y mestizas. Lo hacen a trav¨¦s de m¨¦dicos sobornados, que inducen a sus clientes a permitir que les seccionen las trompas durante los partos realizados con ces¨¢rea".
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