M¨¢s de 600 testigos de Jehov¨¢ renuncian a la objeci¨®n legal y se hacen insumisos

Un total de 623 testigos de Jehov¨¢ renunciaron a la condici¨®n de objetores de conciencia el pasado a?o para convertirse en insumisos al servicio militar, seg¨²n datos del anuario del Centro de Investigaci¨®n para la Paz (CIP) 1990-1991. Los testigos de Jehov¨¢, que se niegan a hacer la mili por motivos religiosos, consideran que la Prestaci¨®n Social Sustitutoria es tambi¨¦n incompatible con sus creencias.

"Los testigos de Jehov¨¢, que hasta octubre de 1990 se dirig¨ªan al Consejo Nacional de Objeci¨®n de Conciencia para ser reconocidos, ante los posibles llamamientos a realizar la Prestaci¨®n Social Sustitutoria, que tambi¨¦n rechazaban, optaron masivamente por renunciar a su condici¨®n de objetor, para ser llamados de nuevo a la mili", afirma el cap¨ªtulo del anuario de CIP dedicado a la objeci¨®n de conciencia.

Los objetores que renunciaron a dicha condici¨®n a lo largo de 1990 ser¨¢n sorteados el pr¨®ximo noviembre para cumplir la mili en 1992. Si no se incorporan a filas con su llamamiento, ser¨¢n acusados de negativa a cumplir el servicio militar y pasar¨¢n a engrosar el n¨²mero de insumisos.

Defensa reconoce que se tramitan medio millar de procesos por insumisi¨®n en los tribunales militares, por lo que la actitud de los testigos de Jehov¨¢ puede doblar la cifra. No obstante, el proyecto de ley del servicio militar que prepara el Gobierno prev¨¦ trasladar a la jurisdicci¨®n civil todos los procesos por insumisi¨®n.

Instalaciones de EE UU

El anuario del CIP, fundaci¨®n pacifista de car¨¢cter privado, incluye un inventario detallado de todas las instalaciones utilizadas por las Fuerzas Armadas de los EE UU en Espa?a. Seg¨²n dicha relaci¨®n, reproducida de un estudio editado por el SIPRI de Estocolmo, eran 25 en total las instalaciones espa?olas que empleaban las tropas norteamericanas en 1989, aunque alguna de ellas ha sido abandonada.Por su detalle, destaca la tupida red de centros y equipos relacionados con los sistema de mando, control y comunicaciones (C3I), en conexi¨®n con instalaciones en EE UU, Grecia o Marruecos. Varios cap¨ªtulos del anuario se dedican al an¨¢lisis de los presupuestos de Defensa de 1982 a 1991. Seg¨²n sus conclusiones, m¨¢s de tres billones de pesetas han sido invertidos en comprar sistemas de armas y modernizaci¨®n de las Fuerzas Armadas. Un tercio de esta cantidad ha sido gastado en el exterior, pero s¨®lo una cuarta parte (745.000 millones) puede regionalizarse para medir su impacto.