Partidos

Hacen mal los se?ores del PP en presumir de lo bien que zanjaron ellos el turbio asunto de sus finanzas secretas por el procedimiento de dejar a Sanch¨ªs y a Naseiro al sereno, mientras Ruiz Gallard¨®n constru¨ªa un paraguas nuclear para Fraga y Aznar. Especialmente el informe Ruiz Gallardon mereci¨® en su d¨ªa pasar a la historia de la verdad pr¨ºt-¨¤-porter. Al parecer no hay otra. En nuestra democracia minimalista se piensa al d¨ªa, se miente al d¨ªa, se purifica al d¨ªa y a la medida de una enanez l¨²dica.El descr¨¦dito de los partidos re¨²ne tres culturas residuales: la ¨¢crata, la franquista y la que sus se?or¨ªas de la transici¨®n han contribuido a fomentar. Lo que nos va es el regeneracionismo, por eso degeneramos de vez en cuando para que vengan regeneracionistas y se pongan las botas diciendo no es esto, no es esto, y pidiendo despensa, escuela y un descuento universal en El Corte Ingl¨¦s. Huelo a regeneracionismo, mejor dicho, a posregeneracionismo en el sentido de que el regeneracionismo bien entendido empieza por uno mismo.

Por eso el presidente Pujol ha invitado a las restantes fuerzas pol¨ªticas a que se dejen de culturas de las apariencias y legalicen la figura del padrino de partidos, de ese rumboso que echa mano a la cartera y cubre de billetes o de diamantes a los partidos pol¨ªticos. Si se hace a la luz del d¨ªa, tambi¨¦n puede recompens¨¢rsele a la luz del d¨ªa, como en Estados Unidos, donde todo el mundo sabe a qu¨¦ cuadra pertenece el senador fulano o el presidente zutano.

Si se subvenciona un espect¨¢culo teatral, ?por qu¨¦ no un partido pol¨ªtico? Si se perfila una ley de mecenazgo desgravadora'de impuestos a cambio del fomento de la cultura, ?por qu¨¦ no la figura del mecenas del PSOE o de CIU o del PP? ?Y los dem¨¢s? Los dem¨¢s, a C¨¢ritas.