El CSN, un aliado de la sociedad
Desde que hace m¨¢s de cuarenta y cinco a?os dos bombas at¨®micas fueron lanzadas sobre Jap¨®n, con aquel saldo horrendo de destrucci¨®n y muerte, la utilizaci¨®n pac¨ªfica de la energ¨ªa nuclear ha sido muy controvertida. En especial, la generaci¨®n el¨¦ctrica mediante centrales nucleares ha suscitado enormes y apasionados movimientos de oposici¨®n, pese a lo cual se ha implantado en pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses desarrollados, y tambi¨¦n en Espa?a, sin que por ello haya cesado la pol¨¦mica.Naturalmente, los accidentes registrados, primero en la central norteamericana de Harrisburg y despu¨¦s en la sovi¨¦tica de Chern¨®bil -este ¨²ltimo con gravisimas consecuencias para la poblaci¨®n y con efectos de perniciosa contaminaci¨®n en muchas zonas incluso alejadas de la central siniestrada-, han azuzado la oposici¨®n a la energ¨ªa de origen nuclear, puesto que ambos sucesos han demostrado mediante la evidencia que esta actividad, aunque rodeada generalmente de grandes medidas de seguridad, puede entra?ar un riesgo real y no s¨®lo te¨®rico.
La pol¨¦mica sobre la conveniencia de proseguir o no con la explotaci¨®n de centrales nucleares para la obtenci¨®n de energ¨ªa sigue actualmente en todo el mundo con gran fragor. Las investigaciones al respecto no cesan, y estamos a punto de ver nacer una nueva generaci¨®n de centrales de fisi¨®n llamadas de segur¨ªdad pas¨ªva; asimismo, se est¨¢n desarrollando grandes esfuerzos investigadores en pro de la obtenci¨®n rentable.de energ¨ªa de fusi¨®n, cuyas centrales no entra?ar¨ªan pr¨¢cticamente riesgo alguno ni generar¨ªan desechos contaminantes. Y en torno a estas cuestiones se pronuncian constantemente personalidades e instituciones a favor o en contra: recientemente, el Club de Roma, alarmado por la creciente concentraci¨®n de anh¨ªdrido carb¨®nico en la atm¨®sfera, con el consiguiente- crecimiento de] llamado efecto invernadero, se preguntaba si no ser¨ªa conveniente, desde elpunto de vista de la preocupaci¨®n ecol¨®gica, dar primac¨ªa a la energ¨ªa de origen nuclear sobre la obtenida mediante las centrales t¨¦rmicas convencionales de carb¨®n' Naturalmente, esta simple tesis ha provocado un sinn¨²mero de reacciones en contra.
En Espa?a, el Gobierno acaba de anunciar la continuidad de la moratoria nuclear en el Plan Energ¨¦tico Nacional que va a ser hecho p¨²blico pr¨®ximamente. Semejante decisi¨®n se ha adoptado en medio de una notable controversia que da idea de la susceptibilidad con que la opini¨®n p¨²blica mira la energ¨ªa nuclear. Sobre todo a partir de la cat¨¢strofe de Chern¨®bil, que ha terminado de sensibilizar a la sociedad de todo el mundo. Sin embargo, no creo que alguien pueda ofenderse si digo que esta pol¨¦mica ha estado con frecuencia llena de oscuridades: los partidarios de la energ¨ªa nuclear, a menudo vinculados a poderosos intereses, han ocultado casi siempre su vertiente negativa; asimismo, sus detractores han puesto tal ¨¦nfasis en la defensa de sus tesis que muchas veces han desfigurado la realidad.
Uso pac¨ªfico
La existencia de esta controversia -razones econ¨®micas y pol¨ªticas muy poderosas, que pueden ser o no compartidas, han terminado impulsando el uso pac¨ªfico de la energ¨ªa nuclear, pese a la oposici¨®n de una parte importante de la ciudadan¨ªa de los pa¨ªses- ha tenido una consecuencia pr¨¢ctica: el importante papel que, precisamente por la conciencia del riesgo que se ten¨ªa, se ha otorgado al control de la seguridad de las instalaciones nucleares en todo el mundo. Por otra parte, la creciente toma de conciencia de los explotadores de las instalaciones y la orientaci¨®n actual del desarrollo de la industria nuclear ha convertido en una prioridad Indiscutible el mantenimiento y la mejora de la seguridad nuclear y la protecci¨®n radiol¨®gica durante la operaci¨®n de las centrales. En Espa?a, como es notorio, el organismo encargado de velar por la seguridad nuclear y por la protecci¨®n radiol¨®gica es el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Es ¨¦sta una instituci¨®n del Estado, dependiente de las Cortes Generales, creada hace una d¨¦cada para, desde la m¨¢xima independencia del poder pol¨ªtico o de los intereses empresariales y econ¨®micos, encargarse de la competencia en materia de seguridad nuclear. No es un organismo m¨¢s de la estructura de la Administraci¨®n: es una instituci¨®n perfectamente aut¨®noma, que s¨®lo rinde cuentas de su actividad al Parlamento, y que ha de garantizar la correcta utilizaci¨®n de una forma de energ¨ªa, la nuclear, que en algunas aplicaciones es insustituible -la radiolog¨ªa m¨¦dica, por ejemplo- y que en todo caso es un hecho en nuestro pa¨ªs y en el mundo.
Las competencias del CSN se extienden m¨¢s all¨¢ del control de la seguridad de las centrales nucleares: alcanzan a los diversos usos que de las radiaciones se efect¨²an en los campos m¨¦dicoradiodiagn¨®stico, radioterapia, industrial y de investigaci¨®n, cuyos beneficios, especialmente en el caso de las aplicaciones m¨¦dicas, no son pr¨¢cticamente cuestionados.
Aunque parezca parad¨®jico, el Consejo de Seguridad Nuclear no posee opini¨®n oficial, ni favorable ni adversa, sobre la energ¨ªa nuclear. Por supuesto, el CSN es consciente de la gran sensibilidad que tiene la opini¨®n p¨²blica en relaci¨®n a todas las actividades de esta ¨ªndole.- Pero su funci¨®n no es definirse o tomar partido a este respecto: puesto que la energ¨ªa de origen nuclear existe en nuestro pa¨ªs, y en diversas formas y aplicaciones, el cometido del CSN es garantizar que la utilizaci¨®n de estas fuentes energ¨¦ticas ofrece las m¨¢ximas garant¨ªas de seguridad, tanto para quienes han de manipularlas como para la sociedad en general. Y todo ello seg¨²n las tecnolog¨ªas m¨¢s avanzadas y modernas, y de acuerdo con la experiencia acumulada en todo el mundo.
Para cumplir estos objetivos fue creado el CSN seg¨²n el modelo norteamericano de la Nuclear Regulatory Commisson (NRC). La ley de creaci¨®n del consejo espa?ol configura a ¨¦ste como un organismo independiente de la Administraci¨®n del Estado, con personalidad jur¨ªdica y patrimonio propios y diferentes de los del Estado, y dispone que la designaci¨®n del presidente y los cuatro consejeros -seleccionados entre personas de reconocida solvencia dentro de las especialidades de seguridad nuclear, tecnolog¨ªa, protecci¨®n radiol¨®gica y del medio ambiente, medicina, legislaci¨®n o cualquier otra conexa con estas- deba ser refrendada o vetada por el Congreso de los Diputados por acuerdo de los tres quintos de sus miembros. El CSN debe rendir cuentas a ambas c¨¢maras del Parlamento cada seis meses.
Aproximarse a la sociedad
Como se ha dado a entender, el CSN es un organismo de car¨¢cter estatal en sentido amplio: no s¨®lo mantiene relaciones con la Administraci¨®n central -que no son nunca de subordinaci¨®n, sino de cooperaci¨®n-, sino tambi¨¦n con las comunidades aut¨®nomas y los ayuntamientos, directamente y sin intermediarios. En este sentido, es intenci¨®n del consejo desburocratizar y descentralizar al m¨¢xi:-m.'-o- sus actuaciones con el fin de aproximarse lo m¨¢s posible a la sociedad, al ciudadano.
En definitiva, la praxis del Consejo de Seguridad Nuclear se basa en la independencia de cualquier poder, en la neutralidad y objetividad de todos sus planteamientos, en el rigor t¨¦cnico en todos sus dict¨¢menes, en la adecuada dotaci¨®n de medios t¨¦cnicos y humanos, as¨ª como en la ¨ªntegraci¨®n en cuantas organizaciones internacionales velen por la seguridad nuclear, con el objetivo de acopiar y aplicar la experiencia disponible en el mundo en materia de seguridad. Muy especialmente, el CSN participa en los trabajos de la Agencia Internacional de Energ¨ªa At¨®mica de las Naciones Unidas. A trav¨¦s de estos estrechos lazos y contactos internacionales, el CSN no s¨®lo tiene acceso a las tecnolog¨ªas de seguridad de los pa¨ªses m¨¢s avanzados: tambi¨¦n puede proporcionar a sus propios t¨¦cnicos la capacitaci¨®n adecuada.
Medio ambiente
Las funciones del CSN no acaban en el campo de lo exclusivamente preventivo; tambi¨¦n tiene un papel positivo en el sentido de que interviene en el proyecto de cuantas instalaciones nucleares o radiol¨®gicas se construyen, siendo su informe preceptivo y vinculante. Asimismo, desempe?a una funci¨®n notable en la preservaci¨®n del medio ambiente, dado que el referido informe ha de considerar con especial ¨¦nfasis el impacto ambiental que dichas instalaciones causen, y que debe ser lo m¨¢s limitado posible.
Con relaci¨®n a la sociedad, el CSN no s¨®lo debe protegerla con criterios estrictos de los riesgos nucleares; tambi¨¦n debe infundir confianza en la poblaci¨®n, asesorarla y proporcionarle toda la informaci¨®n precisa sobre estas cuestiones. Por ello, y como el lector ya intuye seguramente, la funci¨®n del CSN tiene dos componentes: uno eminentemente t¨¦cnico y otro sustantivamente pol¨ªtico y social.
Por su vertiente t¨¦cnica, el CSN debe garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares y radiactivas, se?alando requisitos para el emplazamiento de las mismas, marcando directrices para su -construcci¨®n, limitando su impacto ambiental, estableciendo normas,para la utilizaci¨®n de sistemas y componentes, durante la explotaci¨®n, definiendo los criterios para su desmantelam lento y clausura, y ejerciendo en todas las etapas descritas una intensa labor de inspecci¨®n y vigilancia del cumplimiento de los requisitos impuestos. El CSN trata con sus actuaciones de mantener viva la concienciaci¨®n de los titulares de las instalaciones, como primeros responsables que son de la seguridad nuclear de las mismas y de la protecci¨®n radiol¨®gica del personal profesionalmente expuesto, del p¨²blico en general y del medio ambiente.
Por su vertiente pol¨ªtica y social, el CSN -que, hay que insistir en ello, s¨®lo est¨¢ vinculado a los ¨®rganos depositarlos de la soberan¨ªa popular- tiene el deber de tranquilizar a la opini¨®n p¨²blica al aportarle la garant¨ªa -y la subsiguiente informaci¨®n al respecto- de que se est¨¢ haciendo todo lo -posible para limitar los riesgos inherentes a la energ¨ªa at¨®mica. Ya que el progreso no ha conseguido a¨²n dotarnos de energ¨ªas ¨ªntegramente limpias, hemos de procurar minimizar los peligros anejos a la fisi¨®n at¨®mica y a las radiaciones.
El ¨²nico objetivo del Consejo de Seguridad Nuclear es defender a la sociedad de cuantas inseguridades pudieran tener como causa el uso irracional de la energ¨ªa nuclear.
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