La tumba de Jim Morrison s¨®lo pudo ser visitada bajo vigilancia
El cementerio parisiense de P¨¦re Lachalse recibi¨® ayer un considerable n¨²mero de visitantes que buscaban la tumba del cantante Jim Morrison, fallecido 20 a?os antes en su apartamento, en el n¨²mero 17 de la Rue de Beautrellis.Ayer, d¨ªa 3 de julio, s¨®lo pudo accederse a la tumba, vigilada a trav¨¦s de una c¨¢mara de v¨ªdeo, en peque?os grupos de 10 o 12 personas. La polic¨ªa organiz¨® el desfile en homenaje del cantante de The Doors. Se produjeron algunos incidentes y detenciones debido a que no todo el mundo acept¨® de buen grado las limitaciones de acceso y las horas de espera. Hubo quien intent¨® saltar los muros del recinto y fue retenido por la polic¨ªa.
Morrison fue evocado recientemente por Oliver Stone en su filme The Doors. Los discos del grupo y la banda sonora de la pel¨ªcula figuran en lo alto de las listas de ventas. Stone, un cineasta especializado en lo ocurrido hace 20 a?os, dispuso de la colaboraci¨®n del actor Val Kilmer, para evocar la personalidad de Morrison, considerada como la de un "Rimbaud del rock", alguien condenado a vivir entre admiradores que le prefer¨ªan como s¨ªmbolo sexual antes que como poeta.
El 3 de julio de 1971, a las tres de la madrugada, Pamela, Pam, encontr¨® a Jim Morrison muerto en una ba?era de agua helada. El m¨¦dico dictamin¨® fallo cardiaco. La leyenda, despu¨¦s de los recientes fallecimientos por sobredosis de Briam Jones, Jimmy Hendrix y Janis Joplin, acababa de empezar. Francis Ford Coppola retom¨® el himno de los Doors -This is the end- para su Apocalypse Now.
Los poemas y la figura del ¨¢ngel del mal de Morrison han sido considerados como la premonici¨®n perfecta del pesimismo que invadi¨® a los movimientos juveniles despu¨¦s del espejismo hippy, de su love and peace y del flower power. Quienes ayer se recogieron ante la tumba de Morrison, en su gran mayor¨ªa adolescentes, vestidos casi todos ellos muy a los a?os sesenta, expresaban su respeto y devoci¨®n por una mitolog¨ªa rockera que quiere que sus estrellas mueran j¨®venes.
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