Un trabajo con riesgos
Esther Ben¨ªtez, presidenta de la Asociaci¨®n de Traductores Literarios de Espa?a, se mostr¨® ayer alarmada por la noticia de la muerte de Igarashi y lament¨® las consecuencias que ha podido tener el cumplimiento de su trabajo. "No tengo palabras", dijo. "Me parece una salvajada que demuestra el important¨ªsimo papel del traductor, que hasta ahora s¨®lo hab¨ªa arriesgado la reputaci¨®n, no la vida. Es lamentable que s¨®lo se acuerden de los traductores cuando pasa alguna desgracia. La traducci¨®n espa?ola de Los versos sat¨¢nicos se hizo con seud¨®nimo (J.L. Miranda) y el libro se public¨® con el sello de 18 editoriales y una nota del Ministerio de Cultura apoyando moralmente la edici¨®n, en virtud del art¨ªculo 20 de la Constituci¨®n Espa?ola. Llevando esto al extremo, cualquier persona que tenga el libro en su casa, puede estar amenazada".Fernando Valenzuela, traductor de Milan Kuridera al castellano, opina que "si se confirma que la traducci¨®n de Rushdie al japon¨¦s fue el motivo del asesinato, resultar¨ªa altamente parad¨®jico que s¨®lo los sicarios supieran valorar el car¨¢cter subversivo del trabajo del traductor y su peligrosidad para los que quiren cerrar la comunicacion entre las culturas".
La traducci¨®n al castellano de Los versos sat¨¢nicos (Seix Barral) est¨¢ firmada por J. L. Miranda. Fuentes de la editorial afirman que Miranda ya no tiene ninguna relaci¨®n connellos y vive ahora en alg¨²n pa¨ªs sudamericano. La traducci¨®n al catal¨¢n del libro de Rushdie la firma M¨¢xim J. Rovira, seud¨®nimo que oculta la identidad de los traductores que trabajaron para la editorial Columna.
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