D¨ªas de ira
"DE NO realizarse un importante esfuerzo de construcci¨®n de nuevos centros, la situaci¨®n de las c¨¢rceles en los pr¨®ximos a?os puede ser insostenible". Pocas palabras m¨¢s radicalmente premonitorias que las de la Secretar¨ªa General de Asuntos Penitenciarios, recogidas en el informe presentado por el titular de Justicia en el Consejo de Ministros del 28 de junio ¨²ltimo. El 11 de julio surg¨ªa un nuevo mot¨ªn en la c¨¢rcel de Herrera de la Mancha -el segundo en cuatro meses- y ayer se produjo otro en el centro penitenciario C¨¢ceres 2. Es decir, la situaci¨®n insostenible no era un problema de a?os, sino de d¨ªas.Nadie debe rasgarse las vestiduras por las c¨ªclicas y constantes protestas de los reclusos. Si el hacinamiento, la falta de medidas higi¨¦nicas y sanitarias suficientes, la aparici¨®n del sida, la muy discutible capacidad de reinserci¨®n social del sistema, la falta de medios y presupuestos para asimilar los casi 2.000 reclusos que incrementan anualmente la poblaci¨®n penal espa?ola y tantas otras lacras end¨¦micas del sistema penitenciario espa?ol fuesen razones de poca monta para tratar de solucionar los problemas, ahora se puede a?adir la campa?a de paquetes bomba planificada por un grupo de terroristas. El 28 de junio ¨²ltimo -el mismo d¨ªa que el Consejo de Ministros escuchaba los planes de reforma del sistema penitenciario espa?ol-, ETA asesinaba a un funcionario de prisiones, dos reclusos y un familiar. Naturalmente, y con la magnanimidad que caracteriza a quienes tienen autoencomendado salvar a los oprimidos, lamentaron despu¨¦s los hechos, sin que por ello renuncien a proseguir el env¨ªo de explosivos por correo.
Es evidente que el actual sistema penitenciario espa?ol no funciona. Tambi¨¦n lo es que la seguridad ciudadana parece haberse coriv¨²tido en uno de los leitmotivs favoritos de la mayor parte de las fuerzas pol¨ªticas parlamentarias. Lo que no encaja es la posib¨ªlidad de conjugar ambos conceptos: si el proyecto de ley presentado por el Ministerio del Interior -y duramente criticado desde ¨¢mbitos jur¨ªdicos progresistas y moderados- se aplica con rigor, todo parece indicar que el n¨²mero de reclusos puede aumentar por encima de las previsiones gubernamentales, fijadas en 41.000 para los pr¨®ximos cinco a?os. Eso supondr¨¢, como m¨ªnimo, un hacinamiento mayor del que ya existe, puesto que las mismas fuentes oficiales se?alaban que, de llegarse a la cifra mencionada de 41.000 reclusos, el d¨¦ficit de ocupaci¨®n al ritmo actual de construcci¨®n de nuevas plazas carcelarias llegar¨ªa a las 11.000. Todo aumento supone tambi¨¦n peores condiciones y, por tanto, mayor ¨ªndice de riesgo de motines, sin mencionar la actividad terrorista y el consiguiente aumento en la ira de los reclusos.
En resumen, si la sociedad espa?ola anhela -como parecen decirnos los partidos pol¨ªticos y las encuestas- una mayor seguridad en la convivencia, ser¨¢n necesarias tambi¨¦n una mayor seguridad y unas condiciones de vida dignas en los centros penitenciarios. Es decir, m¨¢s dinero. Lo contrario es tratar de resolver un problema -la tranquilidad en la callesin preocuparse del c¨®mo. Un sinsentido.
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