Mosc¨² pretende lograr la convertibilidad intena del rublo para enero de 1992

Los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo est¨¢n dando ya pasos para crear un fondo de estabilizaci¨®n del rubio mientras ¨¦ste se transforma en moneda convertible, seg¨²n declar¨® ayer a EL PA?S Vlad¨ªmir Shcherbakov, viceprimer ministro sovi¨¦tico. Shcherbakov, uno de los puntales del equipo que acompa?¨® a Mija¨ªl Gorbachov a su cita con los siete en Londres, dijo que Mosc¨² se propone lograr la convertibilidad interna del rubio para enero de 1992.

PILAR BONET ENVIADA ESPECIAL, Esto supone que la URSS se ha decantado por la alternativa m¨¢s favorable de las dos contempladas en la carta que Mija¨ªl Gorbachov dirigi¨® a los siete en v¨ªsperas de la cumbre.En aquel documento, que conten¨ªa objetivos m¨¢s detallados que los obtenidos en Londres, se afirmaba que la convertibilidad del rublo pod¨ªa realizarse en "varios a?os" si el proceso era frenado por la falta de ayuda occidental, o bien a principios de 1992 si hab¨ªa ayuda financiera internacional. Este p¨¢rrafo se refer¨ªa a la convertibilidad interna del rublo, que permitir¨¢ transformar en divisas los beneficios de la inversi¨®n extranjera en la URSS. ?ste es uno de los primeros pasos hacia una verdadera integraci¨®n sovi¨¦tica en la econom¨ªa de mercado mundial.

La creaci¨®n de un fondo de estabilizaci¨®n del rublo "se est¨¢ discutiendo ahora", dijo Shcherbakov, seg¨²n el cual los ministros de Finanzas de los siete ir¨¢n "especialmente a la URSS", probablemente en septiembre, para "definirse sobre este tema". "Antes, los expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) har¨¢n el trabajo necesario agreg¨®. Mosc¨² calcula en 1,15 billones de pesetas la cuant¨ªa de este fondo.

LAD

Satisfacci¨®n tr¨¢s la cumbre

Shcherbakov, como Gorbachov, est¨¢ satisfecho de los resultados de Londres. La reestructuraci¨®n de la deuda exterior, otro de los puntos mencionados en la carta del l¨ªder sovi¨¦tico, "no fue objeto de estas conversaciones", dijo el alto funcionario. Seg¨²n Shherbakov, los interlocutores se pusieron de acuerdo en examinar el tema de la colaboraci¨®n con el FMI, el BM y el Banco de Re construcci¨®n y Desarrollo Europeo (BERD). El servicio de la deuda exterior de la URSS (m¨¢s de siete billones de pesetas) se lleva la mitad de los ingresos por exportaciones de la URSS, afirm¨® el presidente en su carta.

Shcherbakov, que se entrevist¨® ayer con Jacques Atali, presidente del BERD, dijo que "todos" los ministros de Finanzas de los siete apoyan el incremento del techo crediticio que esta instituci¨®n destina a la URSS. Esto se asocia en medios occidentales a un aumento de los intercambios comerciales entre la URSS y Europa del Este. La URSS, sin embargo, no parece interesada en incluir directamente en estos tratos el petr¨®leo que extrae cada vez con m¨¢s dificultad y que tiene vendido sin m¨¢s en el mercado mundial. "La mejora de los intercambios comerciales con Europa del Este es una de las partes m¨¢s serias de nuestras conversaciones", dijo Shcherbakov refiri¨¦ndose a sus contactos con el BERD.

La URSS ser¨¢ acogida en el FMI como miembro asociado. Todos los ministros de Finanzas de los siete dijeron "un¨¢nimemente", subray¨® Shcherbakov, que el plazo para la total integraci¨®n "debe ser lo m¨¢s corto posible". Ernst Obminski, viceministro de Exteriores encargado de relaciones econ¨®micas, dijo que su pa¨ªs pedir¨¢ "pronto" oficialmente el ingreso en el fondo.

Despu¨¦s de Londres, el programa anticrisis del Gobierno sovi¨¦tico puede radicalizarse. "El presidente [Gorbachov] les dijo a los siete que estaba abierto a hacer m¨¢s revolucionario su programa si Occidente sale a nuestro encuentro con la creaci¨®n del fondo de estabilizaci¨®n y el fondo de intervenci¨®n de bienes de consumo".

Mientras Gorbachov estaba en Londres, Grigori YavIinski, advirti¨® en el Financial Times que existe un desfase entre el programa mixto de Gorbachov y lo que necesita la econom¨ªa sovi¨¦tica. El plan de YavIinski "no se puede aplicar", dijo Shcherbakov, porque no existen las subvenciones de entre 2,2 y 3,4 billones de pesetas, adem¨¢s de cantidades semejantes de inversi¨®n, con las que contaba YavIinski.