M¨®nica Seles

M¨®nica Seles, la tenista yugoslava de 17 a?os, n¨²mero 1 del mundo, quiso hacer de Greta Garbo y acab¨® como Madonna. Cuando por fin reapareci¨® ayer despu¨¦s de casi un mes de una aparente convalecencia solitaria se encontr¨® frente a frente con unos 200 periodistas, fot¨®grafos, curiosos y chismosos. S¨®lo para que escucharan que cometi¨® un error. "Soy joven", afirm¨®. "No ten¨ªa idea de lo que estaba sucediendo. Espero ha-ber aprendido mi lecci¨®n. Nunca lo volver¨¦ a hacer".Todo huele a montaje publicitario. M¨®nica ha repetido en varias ocasiones que cuando deje el tenis quiere dedicarse al mundo del espect¨¢culo. Quiere ser una estrella del cine.

Su silencio ante los rumores parece premeditado. Ni Seles ni su agente han respondido a las historias sobre su supuesto embarazo; al pretendido noviazgo con un tenista mediocre italiano; a su misteriosa estancia en la residencia del arruinado multimillonario Donald Trump; a las acusaciones de que se hab¨ªa retirado del prestigioso torneo de Wimbledon porque sab¨ªa que no iba a ganar, para mantener as¨ª su puesto de n¨²mero uno y cobrar la prima que por ello le paga la marca de su raqueta.

La rueda de prensa se realiz¨® bajo una caseta azul y blanca en Mahwah, un pueblecito de Nueva Jersey a 45 minutos al oeste de Nueva York y sede de un torneo particular que le ha pagado a la yugoslava un fijo de 325.000 d¨®lares (m¨¢s de 36 millones de pesetas), seg¨²n un representante del circuito femenino.

Seles se disculp¨®. Se abochorn¨®. Se indign¨®. Insisti¨® en que sus lesiones fueron de gravedad. "La fractura estaba a punto de convertirse en una rotura total", dijo. "Era necesario cuidarme. Estaba bastante confusa. Los m¨¦dicos no se decid¨ªan".

La WTA, el ¨®rgano directivo del tenis femenino, que ha sancionado a Seles con 6.000 d¨®la res por su abandono de Wimbledon sin explicaciones, af¨ªr m¨® el martes que est¨¢ conforme con las palabras de la jugadora Seles dijo que su decisi¨®n de no jugar en Wimbledon fue dif¨ªcil y por eso desapareci¨®. Confes¨® no saber de la controversia hasta hace unos d¨ªas, cuando ley¨® un peri¨®dico. "No ten¨ªa ni idea de los rumores rid¨ªculos que se estaban publicando", dijo. "Estaba tan decepcionada que no me importaba nada. Cuando digo que estoy lesionada s¨®lo espero que la gente me crea. En ese momento no estaba emocionalmente preparada para decirle a la prensa que no pod¨ªa jugar en Wimbledon".