El congreso sandinista termina con promesas de futura democratizaci¨®n

La transici¨®n del verticalismo a la democracia es peligrosa y debe hacerse gradualmente. As¨ª pareci¨® justificar Daniel Ortega Saavedra, ahora secretario general del Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional (FSLN), el haber elegido a la nueva c¨²pula directiva antes de, y no durante, el primer congreso del partido.

Despu¨¦s de catalogar la experiencia como "un tanto traum¨¢tica", Ortega, que suscribi¨® el compromiso de trabajar por un "proyecto nacional" al clausurar el congreso en la noche del domingo, tambi¨¦n prometi¨® que en el futuro las autoridades partidarias ser¨ªan elegidas m¨¢s democr¨¢ticamente.Daniel Ortega hizo dos promesas. Primero, que dentro de cuatro a?os, en el pr¨®ximo congreso, se introducir¨¢ el voto secreto, individual y directo para elegir la direcci¨®n nacional. Segundo, se permitir¨¢ que por lo menos una mujer acceda a la direcci¨®n.

Ambos fueron temas muy debatidos antes del congreso, y sobre ellos se lleg¨® a acuerdos que muchos calificaron de "antidemocr¨¢ticos". En el caso de los miembros de la direcci¨®n nacional, la prioridad fue mantener el statu quo e integrar "formalmente" al ex vicepresidente Sergio Ram¨ªrez y al ex secretario de ese organismo, Ren¨¦ N¨²?ez. "No quer¨ªamos correr muchos riesgos en la conducci¨®n pol¨ªtica ahora que estamos enrumb¨¢ndonos hacia la democracia", aclar¨® el dirigente.

El general Humberto Ortega, actual ministro de Defensa, record¨® en su discurso que ¨¦stos eran tiempos nuevos en que todos los dogmas y principios deb¨ªan ser replanteados. Ya no se puede, por ejemplo, hablar de una dictadura del proletariado, dijo. El ministro explic¨® que declinaba ser miembro de la direcci¨®n nacional por tener ahora tareas "de otra ¨ªndole" que le obligaban a abandonar cargos del partido. El general recalc¨® la importancia de la unidad nacional y reafirm¨® su lealtad y la del Ej¨¦rcito al Gobierno.