La paz en Oriente Pr¨®ximo, m¨¢s cerca tras el viaje de Baker a Israel
La paz en Oriente Pr¨®ximo vuelve a estar al alcance de la mano de Israel. En unas horas se sabr¨¢ si el Gobierno de Isaac Shamir opta por coger el toro por los cuernos y acepta sentarse en una mesa negociadora presidida por EE UU y la URSS. Presiones no faltan, empezando por las que ejerce la Casa Blanca. Gestos de buena voluntad por parte de los pa¨ªses ¨¢rabes, sus eternos enemigos, tampoco. El secretario de Estado, James Baker, conf¨ªa en que Israel acabe sucumbiendo al deseo generalizado de que el conflicto de Oriente Pr¨®ximo se encarrile por la senda negociadora.Baker, que ayer viaj¨® a Singapur y posteriormente volar¨¢ a Mosc¨² para asistir a finales de mes a la cumbre entre George Bush y Mija¨ªl Gorbachov, est¨¢ dispuesto a volver inmediatamente a Jerusal¨¦n en caso de que la respuesta israel¨ª sea positiva. Fuentes cercanas al Gobierno de Shamir apuntaron ayer la posibilidad de que, en caso de que as¨ª ocurra, la conferencia se abra en Washington en octubre.
El ¨²ltimo, y decisivo, empuj¨®n al proceso de paz fue dado por el presidente de Siria, Hafez el Asad. El m¨¢s ac¨¦rrimo adversario de Israel ha comunicado a EE UU su disposici¨®n a negociar directamente con el Estado israel¨ª una vez se haya inaugurado la conferencia de paz. Baker le asegur¨® a Shamir que esto es un "cambio revolucionario". Israel se anexion¨® en 1981 los Altos del Gol¨¢n, donde ya se han establecido 12.000 colonos y en los que pretende abrir en breve cuatro nuevos asentamientos. De hecho, este anuncio constituye la respuesta israel¨ª a la reciente propuesta de Hosni Mubarak, presidente egipcio, de poner fin al boicoteo ¨¢rabe contra las empresas que comercian con Israel a cambio de que se paralicen los asentamientos. Medios financieros conf¨ªan en que al menos las estadounidenses sean tratadas con m¨¢s flexibilidad en recompensa por la liberaci¨®n de Kuwait, cuyo art¨ªfice, el general Norman Schwarzkopf, fue condecorado ayer por el emir.
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