Sesi¨®n maratoniana

Velahi. Max Sunyer Tr¨ªo. Chris Farlowe and the Thunderbirds. Willy de Ville

Vel¨®dromo de Anoeta. San Sebasti¨¢n, 24 de julio. Precio: 1.800 pesetas. Aforo: 2.000 personas.

Una nueva sesi¨®n maratoniana con cuatro grupos marc¨® la quinta jornada del festival de San Sebasti¨¢n, convertido en un exceso continuado de m¨²sica que puede llegar a saturar al m¨¢s Fiel de los aficionados. En la noche del mi¨¦rcoles, el te¨®rico estrellato del cartel reca¨ªa en Willy de Ville, y no decepcion¨® a quienes esperaban de ¨¦l su desfachatez habitual y sus dosis de buen rythm and blues, pero ya antes dos grupos hab¨ªan caldeado el escenario con est¨¦ticas bastante diferentes, pero igualmente atractivas.Max Sunyer, Carles Benavent y Salvador Niebla bordaron en Anoeta un concierto soberbio, sobreponi¨¦ndose al marco y dotando a su m¨²sica de un vuelo acorde con el gigantismo del escenario y del local. Fue un concierto corto, conciso y convincente, cargado de matices y abundando en esos ritmos cambiantes que tanto gustan al tr¨ªo barcelon¨¦s y sobre los que pueden demostrar a partes iguales su virtuosismo y sus desbordantes ideas musicales.

Despu¨¦s vino el brit¨¢nico Chris Farlowe en su primera actuaci¨®n hispana. Fue un concierto honesto y temperamental, rythm and blues repartido a manos llenas con total entrega y una voz matizada por los a?os de escenario, que se notan, y mucho. Farlowe intercal¨® entre sus nuevas canciones algunos de sus antiguos temas, version¨® a B. B. King y hasta se atrevi¨® con un terma a capella y con el ya cl¨¢sico Stormy monday blues, saliendo muy bien parado del comprometido trance.

A los acordes de Harlem nocturn, la banda de Willy de Ville irrumpl¨® en el escenario. Gumbo, rock and roll, rythm and blues y soul en una mezcla de efectividad absoluta y un inequ¨ªvoco sabor entre macarra y hortera fueron los temas que interpret¨®. Es decir, Willy de Ville igual a s¨ª mismo y atronando el escenario con un ritmo endiablado ante el que Anoeta sucumbi¨® totalmente.