Yasmeen Ghauri

Ni siquiera el pelo anaranjado que Linda Evangelista ha estrenado durante la Semana de la Alta Costura de Par¨ªs, en un intento de deslumbrar para mantener su liderazgo, ha podido eclipsar los andares turbadores de Yasmeen Ghauri, la nueva reina de las pasarelas de lujo. Con 20 a?os, media melena azabache y una piel caf¨¦ con leche, Yasmeen ha paseado su mestizaje -su padre es paquistan¨ª y su madre alemana- por los salones dorados de los hoteles de la capital francesa donde han tenido lugar los desfiles.Desde la mujer divinamente sexy de Gianni Versace hasta la exquisitez relajada de Christian Dior, Yasmeen ha sido reclamada en todos los castings, algo inusual entre creadores que intentan desmarcarse los unos de los otros a partir de un tipo de mujer muy personal, cl¨¢usula que no permite, por ejemplo, que la ani?ada Claudia Schiffer est¨¦ en la Maison Lanvin o desfile para Christian Lacroix. Esta vez, Schiffer, la rubia alemana, ha tenido que conformarse con los desfiles de Versace y Chanel, los ¨²nicos que encajaron sus saltitos inocentes y sus redondeces extremadas.

El triunfo de la guapa Yasmeen Ghauri, que dice que "en este oficio no debes creerte m¨¢s de lo que eres, una profesional de la moda que debe saber comunicar lo que el dise?ador te pide", confirma el ¨¦xito abrumador de la modelo ex¨®tica. "Nada es m¨¢s dif¨ªcil que vestir a una sueca, y nada es m¨¢s f¨¢cil que vestir a una mujer negra", ha afirmado Yves Saint Laurent, quien se ha impuesto a s¨ª mismo un cupo para no abusar de las maniqu¨ªes de color, y que aun as¨ª ha contado con Katousha, Sonia Coole, Noami Campell y la misma Yasmeen para su desfile.

El principal secreto de Yasmeen radica en sus caderas, que, arqueando el torso de un lado y otro, sabe menear entre la elegancia de la gran gacela negra Pat Cleveland y la insolencia de Im¨¢n, la princesa somal¨ª que ha ca¨ªdo en brazos de David Bowie.

Amante de la vida sana, como la mayor¨ªa de las top models, y de la literatura, Yasmeen sali¨® del dominio familiar en Montreal (Canad¨¢) gracias a la visita circunstancial a una agencia de modelos. Yasmeen acompa?aba a una amiga debutante, a la cual rechazaron inmediatamente, pero en cambio se empe?aron en sacar una foto a aquella estudiante garbosa y sin pretensiones. De Montreal salt¨® a Mil¨¢n y a Par¨ªs con la agencia Karin. "Fue en el desfile de Saint Laurent cuando Peter Limbert me descubri¨® y me propuso mi primer trabajo para el Vogue americano", cuenta Yasmeen.

Actualmente, los mejores fot¨®grafos de moda, entre ellos Steven Meisel, Gilles Bensimon o Irving Penn, se la disputan tras la c¨¢mara, y dise?adores como Valentino, Laura Biagotti o Sonia Rikel la utilizan como la estrella de sus campa?as.

Con unas medidas perfectas para el ejercicio de perpetua mutante que se le requiere -1,78 de altura, 87 de pecho y 89 de cadera-, Yasmeen no cobra menos de 500.000 pesetas por desfile. Sin embargo, Versace lleg¨® a pagarle 700.000 pesetas. "Cuando termino un desfile me deprimo mucho, suelo llorar de fatiga, pero me digo a mi misma que he de continuar porque amo a los dise?adores y amo transformarme encima de una pasarela", cuenta Yasmeen, quien no acaba de creerse su actual cotizaci¨®n. "Tengo ciertas dudas sobre los elogios que hacen acerca de mi trabajo. El oficio de modelo es maravilloso pero muy duro".