C¨¢nticos de amor y muerte

La ¨®pera en M¨¦rida es una continua sorpresa. Si en las ediciones anteriores programaban Medea, de Cherubini, y Herodiade, de Massenet, dos t¨ªtulos no precisamente populares, este a?o, no sometidos a los criterios organizativos de Carlos Caball¨¦ y sus artistas, se han descolgado con una coproducci¨®n con el m¨ªtico Teatro Kirov de Leningrado para poner en escena una ¨®pera incompleta de Mussorgski raramente no ya representacla, sino ni siquiera tocada.A la versi¨®n orquestada por el compositor V. Nagovitsin con motivo del 1500 aniversario del nacimiento de Mussorgski (1839), se le han a?adido ahora varias escenas dram¨¢ticas habladas en espa?ol que ilustran sobre el desarrollo de los hechos, apoy¨¢ndose sobre todo en la novela de Flaubert y en concreto desarrollando el personaje de Salamb¨® y la relaci¨®n de Arm¨ªlcal Barca con su hijo An¨ªbal. Tambi¨¦n se han intercalado algunas canciones compuestas por Mussorgski con textos de Pushkin que enmarcan algunos momentos clave de la protagonista: escena de la serpiente, escena de la seducci¨®n del libio Matho, muerte de Salamb¨®. Con todo ello, la figura de Salamb¨® adquiere un mayor significado que el que ten¨ªa ¨²nicamente con la m¨²sica de Mussorgski, donde los coros y las intervenciones de Matho poseen una importancia trascendental. Las nuevas escenas son did¨¢cticas, respetuosas con el novelista y el m¨²sico, y ayudan a una mayor comprensi¨®n global de la obra.

Calidad

Se cont¨® con los conjuntos estables de Leningrado: una garant¨ªa. Espl¨¦ndida Olga Borodina como Salamb¨® y poderoso Bulat Menzelklev como Matho. La orquesta y coros sonaron con calidad, aunque no evitaron en alg¨²n momento los problemas t¨ªpicos de una representaci¨®n al aire libre: ciertas imprecisiones en los ajustes de los conjuntos, falta de contrastes en la din¨¢mica. No desenton¨® el Coro Infantil de Extremadura, fresco y preciso.En la puesta en escena se encontraron las mayores lagunas del espect¨¢culo. Est¨¢tica en exceso, agarrotada y sin un dominio claro del movimiento de las masas ni de la integraci¨®n con el impresionante marco natural del teatro, careci¨® de violencia en el fest¨ªn de los mercenarios o de voluptuosidad en el personaje de Salamb¨®. Las intervenciones del ballet de Leningrado fueron de una cursiler¨ªa irritante.

El p¨²blico de M¨¦rida (que casi llenaba las gradas) disfrut¨® de una forma natural, espont¨¢nea y entusiasta con lo que estaba presenciando. "Cada a?o me lo paso mejor", dec¨ªa una se?ora, a lo que su compa?era de localidad le contestaba que "la orquesta y los cantaores de los coros son buen¨ªsimos". Si a este p¨²blico ejemplar le ponen alg¨²n a?o Il trovatore u otro t¨ªtulo de gran repertorio, puede ser el delirio. Se merecen el bell¨ªsimo teatro que tienen.