Chirac detiene las obras de la 'gran biblioteca' de Mitterrand
El Ayuntamiento de Par¨ªs ha decidido terminar el mes de julio provocando una peque?a crisis, al detener provisionalmente las obras de construcci¨®n de la futura Biblioth¨¨que de France (BDF). El alcalde, Jacques Chirac, ha declarado que la interrupci¨®n ordenada obedec¨ªa a motivos estrictamente humanitarios y de seguridad: "En el momento en que los squatters abandonen los edificios que ahora ocupan dentro de la obra, ¨¦sta podr¨¢ ser reanudada".Un tribunal de Par¨ªs decret¨® la expulsi¨®n de los ocupantes ilegales de inmuebles que han de ser derribados, concedi¨¦ndoles como plazo para el desalojo hasta el 12 de agosto. El Ayuntamiento, propietario de los terrenos, ha aprovechado este lapso de tiempo para reclamar de nuevo la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica sobre una edificaci¨®n que considera "una locura" y la expresi¨®n del "inquietante car¨¢cter mon¨¢rquico que est¨¢ adquiriendo la Rep¨²blica". El presidente Mitterrand y su entusiasmo arquitect¨®nico -Op¨¦ra-Bastille, Arche de la D¨¦fense, Pyramide en el Louvre o columnas de Buren en el Palais Royal- son comparados a "un nuevo Luis XIV" delirando ante Versalles.
La derecha quiere aprovechar las dudas sobre la conveniencia de enterrar un m¨ªnimo de 5.200 millones de francos (algo m¨¢s de 100.000 millones de pesetas) en cuatro torres de cristal para denunciar la que consideran megaloman¨ªa constructiva del presidente. El arquitecto elegido para la BDF es Dominique Perrault, y su proyecto -cuatro torres de 84 metros de altura y enteramente acristaladas- ha sido muy criticado. Perrault ha visto c¨®mo deb¨ªa ir modificando su proyecto hasta el punto que sus enemigos califican los planos de "dibujo animado". El dibujante ser¨ªa ahora el propio Mitterrand.
Aunque Chirac niega cualquier intencionalidad pol¨ªtica a la orden de interrupci¨®n de las obras, varios diputados de su partido explotan el conflicto, recordando lo sucedido con la Op¨¦ra-Bastille, y aseguran que las cuatro torres "acabar¨¢n cost¨¢ndole al contribuyente m¨¢s de 9.000 millones de francos, as¨ª como enormes gastos de mantenimiento".
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