Burlados
Cada vez que un toro acud¨ªa al caballo para que le diera un picotacito, el espectador ignaro silbaba estruendosamente. Le pregunt¨® el aficionado: "?Por qu¨¦ silba usted siempre al picador?" "Para que no pique. ?No ve que se caen todos los toros?", respondi¨® el espectador. Replicole el aficionado: "Pero estamos celebrando una corrida de toros y no un festejo menor sin picadores. Si se dejan de picar los toros, habr¨¢ que acomodarlo todo a las normas de los festejos sin picadores. Si no se hace as¨ª", continu¨® el aficionado, "nos est¨¢n dando gato por liebre".Iban saliendo al ruedo unos animalitos que a las dos carreras trastabillaban, se quedaban de hinojos, y otras prefer¨ªan quedarse tumbados. Y el presidente, en lugar de cambiar raudo al toro para no irritar al aficionado, cambiaba raudo el tercio para no irritar al espectador silbante. Ya en el sexto el bondadoso p¨²blico se enoj¨® seriamente.
Domecq / Dom¨ªnguez, Espartaco, Litri
Toros de Juan Pedro Domecq (2? sobrero) de aceptable presentaci¨®n, blandos, descastados, 3?, 4?, y 6? inv¨¢lidos; 7? de Jandilla. Roberto Dom¨ªnguez: ovaci¨®n y silencio. Espartaco: ovaci¨®n y algunos pitos. y ovaci¨®n. Litri: palmas y bronca por la invalidez del toro; y dos orejas. Sali¨® a hombros. Plaza de la Merced, 2 de agosto. Casi lleno.
El p¨²blico hab¨ªa sido burlado descaradamente, y el presidente, que debi¨® haber echado atr¨¢s todos los inv¨¢lidos -cuatro por lo menos-, s¨®lo lo hizo con uno. La burla al p¨²blico se arregl¨® burlando el reglamento.
Litri, a un jandilla que se mov¨ªa, le dio numerosos trapazos. Dom¨ªnguez y Espartaco anduvieron con desahogo con fieras tan corrupias.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.