Baile
Era un duro forrado de amianto, y en ese momento iba a 200 por hora en la Kawasaki , de noche, camino de la discoteca, con la mente encelada dentro del casco color naranja, dejando atr¨¢s una r¨¢faga de hedor cabr¨ªo. La motocicleta estaba bien domada y por esa parte no hab¨ªa nada que temer, pero su chica le esperaba para bailar entre licores y jazmines en una terraza abierta junto al rompeolas, y ten¨ªa que llegar a tiempo; de lo contrario, otros comenzar¨ªan a manosearla y ya no habr¨ªa remedio si ella encontraba a un tipo que fuera m¨¢s duro que ¨¦l. Apret¨® el acelerador. Por esa carretera de la costa hab¨ªa un tr¨¢fico violento compuesto por gente que tambi¨¦n buscaba perderse, aunque la especialidad de este suicida consist¨ªa en pasar entre dos coches lamiendo las chapas con la m¨¢quina encabritada hasta salirse con la suya. Lo hab¨ªa conseguido tres veces esa noche, s¨®lo que ahora, al adelantar a un cami¨®n de gran tonelaje en una curva, fue cegado por dos faros que se le echaron encima, y el joven sinti¨® un golpe terrible en una pantorrilla seguido de un chirrido de neum¨¢tico, pero se hizo con la Kawasaki acelerando a¨²n m¨¢s con el furor de los vencedores, y al instante goz¨® del triunfo de no haber sido derribado, y el fuerte dolor que sent¨ªa en la pierna pronto se diluy¨® en el placer de la velocidad, o tal vez suced¨ªa que el v¨¦rtigo hab¨ªa alcanzado ese punto en que todas las sensaciones coinciden, incluidos el terror y la lujuria. Faltaban a¨²n 20 kil¨®metros para llegar a la discoteca donde su chica ya lo estaba esperando con un matarratas en la barra, y en pocos minutos ella not¨® por el olfato que su lobo se acercaba. El tipo lleg¨® cojeando en medio de la noche a la fiesta con un lado del cuerpo ensangrentado, y al entrar en la pista dispuesto a bailar enseguida un mambo, ¨¦l mismo y todos los dem¨¢s descubrieron con horror que le faltaba el pie izquierdo. Una l¨¢mina del cami¨®n se lo hab¨ªa segado limpiamente por el tobillo, y el pie dentro del zapato hab¨ªa quedado perdido en la carretera. Ahora el tipo, al darse cuenta, escupi¨®.
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