40.000 inmigrantes buscan un precontrato para regularizarse

Una simple tarjeta azul, de tama?o de un paquete de cigarrillos, marca la diferencia entre vivir en un continuo sobresalto y andar por la calle con la tranquilidad de "tener papeles". Los 3.750 inmigrantes que ya han obtenido en Madrid la tarjeta unificada de permiso de trabajo y residencia podr¨¢n desterrar, al menos por un a?o, la pesadilla de ser expulsados del pa¨ªs. Pero aqu¨ª a¨²n quedan unos 40.000 trabajadores extranjeros buscando un precontrato para regularizar su situaci¨®n en los cuatro meses que quedan de plazo.

De casa al trabajo y del trabajo a casa. ?ste es el itinerario habitual de un trabajador "ilegal", ya que cualquier incursi¨®n por zonas tab¨² como la plaza de Espa?a, Gran V¨ªa y Sol aumenta los riesgos de ser detenido. Unos 10.000 inmigrantes indocumentados, de los cerca de 45.000 afincados en Madrid, han presentado expedientes para legalizar su situaci¨®n.Desde el pasado 10 de junio, fecha en que comenz¨® el proceso de regularizaci¨®n, que concluir¨¢ el 10 de diciembre, se han entregado 3.750 permisos de trabajo y residencia en la regi¨®n -6.240 en todo el Estado-. El 72% de los extranjeros regularizados trabaja por cuenta ajena en sectores como el servicio dom¨¦stico, la construcci¨®n y la agricultura. La mayor¨ªa son marroqu¨ªes (55%), por delante de latinoamericanos (10%), centroafricanos (10%) y filipinos (5%).

"El primer a?o s¨®lo me atrev¨ªa a salir de la casa donde trabajaba como interna a la de mi hermana, despu¨¦s iba, a veces, a discotecas, pero s¨®lo ver a un polic¨ªa se me iba el color,", dice Olga D¨ªaz, chilena de 31 a?os, regularizada despu¨¦s de m¨¢s de tres a?os.

"Creo que me voy a dedicar a pasear por las calles s¨®lo para comprobar c¨®mo se vive sin mirar a todas partes", asegura Olga. Lo que no acaba de encajar son las actitudes de algunas personas: "A veces entro en un bar y veo que tengo que pagar mi consumici¨®n antes que los dem¨¢s".

"Trabajando en Santiago, en un gabinete de est¨¦tica, no alcanzaba ni las 8.000 pesetas al mes, cuando el alquiler de un piso ronda las 12.000 y mi hermana me hab¨ªa contado que en Espa?a pod¨ªa ganar 70.000 como empleada de hogar", dice Olga.

17 horas cocinando

"Al principio me pasaba 17 horas cocinando, cuidando a tres ni?os y limpiando por 35.000 pesetas, habitaci¨®n y manutenci¨®n. Eso no pod¨ªa ser, se lo dije a mi jefa y ahora gano 70.000 y trabajo de siete de la ma?ana a nueve de la noche". Este mismo empleo es el que le ha servido para obtener el permiso laboral.Latifa Belgada, una marroqu¨ª de 25 a?os, lleg¨® desde Rabat hace un a?o y tres meses. Ahora que ha regularizado su situaci¨®n espera que su marido y su hijo de tres a?os puedan venir tambi¨¦n. "Mi marido es maestro, pero con su sueldo nos daba muy justo para pagar el alquiler y vivir, por eso decid¨ª venirme, para ahorrar dinero, regresar a Marruecos y comprar un piso".

"El permiso de trabajo nos va a dar un respiro durante 12 meses. Dentro de un a?o, cuando tengamos que renovarlo, ya veremos". A pesar de su escepticismo, Abdellatif Akhlifa, nacido en Tetu¨¢n, hace 25 a?os, se muestra aliviado por haber encontrado un empleo como conductor.

Durante dos a?os, cuando la polic¨ªa le paraba, Abdellatif pon¨ªa cara de p¨®quer y mostraba un pasaporte con el sello caducado. No cree que la actitud de algunos cambie ahora. "Pides un caf¨¦ en un bar y te dicen que la m¨¢quina no funciona; llega un espa?ol, y se lo sirven".