"Que esta gente pague sus cr¨ªmenes"
Pregunta. Hace un ano su imagen era la de un presidente electo que lleg¨® vivo de milagro al d¨ªa de su toma de posesi¨®n Hoy se le ve tranquilo; ?ya no teme por su vida?, ?Ha cambiado tanto el pa¨ªs en su primer a?o de Gobierno?Respuesta. Colombia s¨ª ha cambiado mucho. No s¨¦ si la seguridad del presidente tambi¨¦n. Colombia ha tenido cambios muy profundos en lo econ¨®mico, social y pol¨ªtico y lo que uno puede percibir, como resultado de esos cambios, es un clima de optimismo, de esperanza, del cual est¨¢ contagiado el presidente.
P. Para usted, ?cu¨¢l es el logro principal de su primer a?o de Gobierno?
R. Los cambios introducidos por la Asamblea Nacional Constituyente representan el cambio m¨¢s importante, m¨¢s profundo, de m¨¢s largo significado en la vida del pa¨ªs. Pero es algo que apenas se empieza a percibir.
P. Hace un a?o, al lado del narcoterrorismo y de la guerrilla se hablaba de la amenaza de un complot de la extrema derecha. ?Este peligro ya desapareci¨®?
R. Como en ning¨²n otro momento del pasado hay un consenso frente a que se debe buscar una salida pol¨ªtica al alzamiento armado y creo que eso de alguna manera hace que alg¨²n riesgo que pudiera surgir de una supuesta extrema derecha sea muy menor. Espero que estos grupos entiendan que aqu¨ª ya no hay espacio para experiencias armadas.
P. Hay quienes lo acusan de ser d¨¦bil frente al problema paramilitar.
R. Yo nunca he tenido una expresi¨®n o acci¨®n de complacencia frente a esos grupos. Muchas personas en Colombia en el pasado pensaron que era una manera eficaz de combatir la guerrilla y han tenido posiciones duales o complacientes. Yo he sido contundente en la lucha contra el paramilitarismo. Sigo creyendo que ¨¦sa ha sido una acci¨®n completamente da?ina para el Estado colombiano y para su democracia. Ciertamente, su actividad ha mermado en el ¨²ltimo a?o y yo espero que las acciones terroristas de la guerrilla no vayan a significar un recrudecimiento de este tipo de actividades.
P. Muchos no entienden por qu¨¦ el Gobierno insiste en el di¨¢logo con la guerrilla, cuando la ofensiva terrorista de las FARC y el ELN ha dejado p¨¦rdidas millonarias este a?o...
R. Ellos tienen una impresi¨®n totalmente equivocada. Creen que la presi¨®n militar puede mejorar su situaci¨®n en una mesa de negociaciones. Yo personalmente no creo eso. Nuestra voluntad no tiene nada que ver con ese tipo de presi¨®n. Como en ning¨²n otro momento en la vida de Colombia la gente se est¨¢ volcando a las calles a protestar por los abusos de la guerrilla. Por esa v¨ªa no tienen posibilidad de encontrar un espacio pol¨ªtico. La guerrilla con sus acciones terroristas horadan pero no est¨¢n ya en capacidad de amenazar nuestra democracia. Los grupos alzados en armas que se reintegraron a la vida civil han encontrado todas las garant¨ªas para el ejercicio de la pol¨ªtica civilizada. Pienso que ¨¦ste ser¨¢ el camino que saldr¨¢ triunfante en Colombia.
P. El mundo entero est¨¢ pendiente del desarrollo de la pol¨ªtica de sometimiento de narcotraficantes a la justicia. Pablo Escobar ya eligi¨® su t¨¢ctica de defensa. Confesar s¨®lo delitos de narcotr¨¢fico que tiene penas bajas, negar su vinculaci¨®n directa al grupo de los extraditables. ?Cu¨¢l es la t¨¢ctica de su Gobierno para que Pablo Escobar reciba el castigo justo?
R. Nuestra obligaci¨®n es construir unos procesos que sean fuertes desde el punto de vista judicial para lograr que esta gente pague por sus cr¨ªmenes. Esa es nuestra obligaci¨®n. Estamos haciendo un gran esfuerzo para que las entidades de seguridad del Estado trabajen en las investigaciones y produzcan indicios, pruebas y evidencias que permitan condenar a estas personas. Desde luego, que los que finalmente emiten un fallo son los jueces y nosotros no podemos presionarlos.
P. ?Qu¨¦ importancia le da el Gobierno a las pruebas que pueda aportar Espa?a en los procesos contra los Ochoa y contra Pablo Escobar?
R. Le damos una gran importancia. Consideramos que pueden aportar grandes evidencias que contribuyan a que estas personas paguen por sus cr¨ªmenes.
P. Tal vez lo que m¨¢s gusta a los colombianos de su pol¨ªtica de sometimiento de los narcotraficantes a la justicia es que es aut¨®noma. ?Califica su pol¨ªtica de nacionalista?
R. Siempre pens¨¦ que la extradici¨®n era una herramienta ¨²til. Sigo creyendo que ser¨ªa un instrumento ¨²til. Lo que no pod¨ªa ser era toda una pol¨ªtica contra el narcotr¨¢fico montada exclusivamente en la extradici¨®n. Esa pod¨ªa ser una soluci¨®n pasajera, pero de ninguna manera una soluci¨®n de car¨¢cter permanente. Aunque no estuve de acuerdo con la decisi¨®n de eliminar la extradici¨®n por la v¨ªa constitucional, s¨ª creo que lo fundamental de la lucha contra el narcotr¨¢fico es la pol¨ªtica de robustecimiento de la justicia.
P. ?Cree el Gobierno que ha desaparecido la violencia generada por Escobar?
R. Estamos tomando las medidas que est¨¦n a nuestro alcance para impedir que Pablo. Escobar y sus allegados detenidos puedan seguir cometiendo delitos. No descartamos que pueda presentarse alguna acci¨®n; ¨¦l no est¨¢ totalmente incomunicado. Pero estamos tomando las decisiones necesarias para evitar que esto ocurra. Este es un problema complejo: ha sido dif¨ªcil en Italia y en los Estados Unidos desligar por completo a los jefes de las mafias de actuaciones internas. No es f¨¢cil.
P. ?Y el cartel de Cali? Estados Unidos lo considera el mayor negociante de coca¨ªna del mundo. ?El Gobierno colombiano tiene esta misma visi¨®n?
R. S¨ª; ciertamente en esa ciudad existe un elevado n¨²mero de narcotraficantes. Frente a ellos tenemos la misma pol¨ªtica de presi¨®n que se ha ejercido para desmantelar al cartel de Medell¨ªn, as¨ª ellos no hayan aplicado pol¨ªticas de car¨¢cter terrorista. Ellos est¨¢n en una actividad totalmente ?l¨ªcita. El Estado ni los mira con complacencia ni tiene ninguna actitud de tolerancia frente a ellos.
P. ?No cree que la legalizaci¨®n de la droga ser¨ªa la soluci¨®n definitiva a este problema?
R. Son los pa¨ªses grandes consumidores de droga los que tendr¨ªan que mirar si es una soluci¨®n compatible con los problemas graves de salud que implica el consumo de droga. Ese es un juicio en el que nosotros no querernos participar.
P. ?Tan grave ser¨ªa para la pol¨ªtica de apertura econ¨®mica, en la que est¨¢ empe?ado su Gobierno, el que se rompan los di¨¢logos con la guerrilla?
R. No creo que la afecte para nada. El pa¨ªs est¨¢ acostumbrado a crecer y a prosperar a pesar de este tipo de dificultades. Este fue el pa¨ªs m¨¢s estable en Am¨¦rica Latina en la ¨²ltima d¨¦cada; el ¨²nico que pudo atender la totalidad de sus compromisos externos; un pa¨ªs que en medio de sus dificultades y de la crisis de la deuda latinoamericana creci¨® en un 4% en promedio en estos ¨²ltimos 10 a?os. A lo que estamos aspirando, y estoy seguro que vamos a conseguirlo, es aumentar en dos o tres puntos nuestro crecimiento econ¨®mico en esta d¨¦cada de los noventa.
P. Despu¨¦s de la reuni¨®n de Guadalajara, ?est¨¢ m¨¢s optimista frente a la unidad latinoamericana?
R. Yo estoy muy confiado en que se ha creado un gran espacio para Iberoam¨¦rica. Tengo una gran confianza en el papel que puede jugar Espa?a como puente entre America Latina y la CE. Lo que se ve surgir con fuerza es la unidad latinoamericana, las posibilidades de intercambio comercial entre los pa¨ªses, la posibilidad de que la iniciativa piara las Am¨¦ricas del presidente Bush finalmente, en un mediano plazo, resulte una realidad. Yo creo que la crisis de la deuda externa despert¨® a Latinoam¨¦rica; le est¨¢ haciendo cambiar su modelo de desarrollo, le ha hecho recuperar su confianza en la Iniciativa privada, en las posibilidades de las fuerzas del mercado, en la iniciativa empresarial, las econom¨ªas abiertas y competitivas.
P. ?Ve cercano el fin de la Cuba de Fidel?
R. Yo creo que Cuba alg¨²n d¨ªa se tendr¨¢ que acomodar a los profundos cambios que: se est¨¢n produciendo en la sociedad mundial; que alg¨²n d¨ªa va a tener que reconocer la importancia del mercado, la importancia del comercio internacional para el desarrollo de su econom¨ªa. Pero es una decisi¨®n que deben tomar los cubanos, no creo que se deba producir por bloqueo internacional o por presi¨®n internacional. Creo que por el contrario, los dirigentes latinoamericanos tienen que acudir a la persuasi¨®n y la confianza de que Cuba va, a encontrar su propio camino.
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