Me mandan a casa

Ferm¨ªn Revuelta Guti¨¦rrez, viudo, solo, pensionista por invalidez de Seguridad Social, digo al excelent¨ªsimo se?or ministro de Sanidad: ya no puedo comer solo, ni levantarme, me hallo en un hospital, estoy con MST y me mandan... a mi casa. Sin lavadora, sin nadie que me cuide ni ayude (Inserso puede aprobar atenci¨®n de alguna hora), sin ascensor, sin silla de ruedas, con oclusi¨®n, con varias retenciones de orina (habitualmente sondado), gritando de dolores en el vientre, espalda, costados, etc¨¦tera, y ?me mandan a casa!Han esperado a que sea 1 de agosto, casi, dici¨¦ndome el doctor jefe de urolog¨ªa: "Ya no le voy a operar...". Y por eso, encamado, me dan de alta. ?Alta de qu¨¦ cosa, para qu¨¦? ?Puede ser esto as¨ª? Perd¨®n.

S¨®lo me queda el derecho al pataleo.

V¨¢yanse de vacaciones, pero hemos pagado toda una vida. Ati¨¦ndannos dignamente, aunque sea en otra planta pero del mismo hospital, vean que algunos enfermos tenemos circunstancias especiales. Por favor, no nos zarandeen y nos maten, en este sentido metaf¨®rico, antes de tiempo. ?Se lo ruego! Perd¨®n por todo, pero preciso atenci¨®n y arreglo (para tantos que est¨¢n como yo). Esto s¨ª es primario y no alguna otra cosa fatua.

Si con otros se hizo excepci¨®n, no es caprichosa mi circunstancia y me veo obligado a pedir atenci¨®n hospitalaria.-

Ferm¨ªn Revuelta.