Un nuevo dilema para Shamir
La liberaci¨®n de John McCarthy fue vista ayer en Israel como una maniobra para arrinconar a¨²n m¨¢s al Estado israel¨ª en momentos en que el primer ministro, Isaac Shamir, est¨¢ siendo presionado vigorosamente para que no torpedee la conferencia de paz propuesta para el pr¨®ximo mes de octubre.En medios pol¨ªticos israel¨ªes se dice que la actitud del Gobierno en la crisis de los rehenes puede dar interesantes referencias del margen de concesiones concretas. Si Shamir ordena la liberaci¨®n de los prisioneros ¨¢rabes pero sin obtener la liberaci¨®n de los siete soldados israel¨ªes, o por lo menos la devoluci¨®n de sus restos el Gobierno israel¨ª habr¨¢ roto aquel tab¨² de que Israel no negocia con "terroristas". Shamir tampoco podr¨ªa justificar la liberaci¨®n de prisioneros ¨¢rabes invocando los anhelos de pa¨ªses amigos como Estados Unidos y el Reino Unido. El astuto dirigente israel¨ª sabe lo contraproducente que ser¨ªa mostrar debilidad y quedar con las manos vac¨ªas.
Los c¨¢lculos que se hac¨ªan ayer en Israel enfocaban m¨¢s las implicaciones del caso de los rehenes en la escena regional. Siria dio claramente la pauta de que detr¨¢s de la liberaci¨®n de McCarthy existe un importante trasfondo de pol¨ªtica al insistir en que Israel mantiene la llave del calabozo de los rehenes.
Comentaristas israel¨ªes pusieron en duda el car¨¢cter estrictamente humanitario que Damasco pretende dar a su gesti¨®n en la liberaci¨®n de rehenes.
En un an¨¢lisis de primera p¨¢gina firmado por David Rudge, el Jerusalem Post dijo que la liberaci¨®n de McCarthy fue una maniobra cuidadosamente coordinada entre Siria e Ir¨¢n: cada liberaci¨®n de rehenes da a Damasco y Teher¨¢n la oportunidad de cosechar dividendos.
Desde ese punto de vista, los iran¨ªes est¨¢n ansiosos por lograr que Estados Unidos descongele millones de d¨®lares de fondos de Teher¨¢n, mientras que Siria busca mejorar su imagen a los ojos de Occidente y del resto del mundo ¨¢rabe.
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