Un superca?¨®n que asesina sin disparar
La muerte de un ex viceprimer ministro belga relacionado con el tr¨¢fico de armas a Irak
El ex viceprimer ministro belga Andr¨¦ Cools fue asesinado el 18 de julio, d¨ªas despu¨¦s de que le fuesen entregados documentos del Banco Internacional de Cr¨¦dito y Comercio (BCCI) que denunciaban el pago de sobornos a funcionarios del Gobierno de Bruselas para romper el embargo de armas a Irak. Cools fue alcanzado en la garganta y el o¨ªdo izquierdo por dos balas cuando se dirig¨ªa con su amante hacia su coche. Esas balas abr¨ªan otra brecha en la sangrienta intriga que comenz¨® desde que el cient¨ªfico candiense Gerald Bull acept¨® construir para Sadam Husein un superca?¨®n.
Pocos d¨ªas antes de morir, Cools hab¨ªa recibido informes del BCCI que certificaban el consentimiento de funcionarios belgas para permitir el transporte en aviones de la fuerza a¨¦rea belga de un combustible propulsor de proyectiles hacia Irak. Parte del combustible estaba destinado al Proyecto Babilonia, el gran ca?¨®n dise?ado por Gerald Bull y por el cual muri¨® probablemente el 22 de marzo de 1990, cuando un asesino profesional le dispar¨® siete proyectiles de calibre 7,65 mil¨ªmetros.Una hora antes de morir, Bull estuvo hablando del mismo fabricante del combustible que Cools investigaba, la empresa belga Poudreries Reunies de Belgique (PRB), perteneciente a la poderosa Soci¨¦t¨¦ G¨¦ni¨¦rale de B¨¦lgica, antes de ser adquirida por la empresa de capital brit¨¢nico Astra Holdings. Las investigaciones del brit¨¢nico William Lowther (que ha publicado un libro sobre Bull, Arms and the man) han determinado que Astra supo poco despu¨¦s de adquirir la empresa belga que los pretendidos env¨ªos de combustible con destino a Jordania hab¨ªan ido a parar a Irak y que iba a emplearse en el superca?¨®n.
Astra comunic¨® sus sospechas a los servicios de inteligencia brit¨¢nicos M16. Ejecutivos de la compa?¨ªa creyeron haber sido enga?ados por PR.B.
El inter¨¦s de Andr¨¦ Cools por los asuntos clandestinos de PRB se inici¨® incluso antes de que Bull fuese cliente de la compa?¨ªa belga. Hab¨ªa abastecido a Irak durante la guerra con Ir¨¢n, cuando Occidente simulaba su neutralidad hacia el conflicto, y una mujer hab¨ªa muerto en el transcurso de una disputa sobre el futuro de PRB.
Cools, de 63 a?os, abri¨® el pasado 18 de julio la puerta de su coche para que entrase su acompa?ante. En ese momento, una ,bala del mismo calibre que la que mat¨® a Bull le alcanz¨®. Otro proyectil alcanz¨® a su acompa?ante, laconcejala de 32 a?os MarleHelene Joiret, cerca del ri?¨®n. Joiret se encuentra en estado grave, pero se espera que sobreviva.
Las autoridades belgas, que la pasada semana se convencieron de que el asesinato de Cools se cometi¨® de forma "profesional, audaz y a sangre fr¨ªa", aseguran que es dificil establecer por qu¨¦ Irak necesitaba sobornar para concertar la entrega del combustible propulsor. Los certificados del env¨ªo de la remesa de combustible se?alaban Jordania como destino, y la fuerza a¨¦rea de B¨¦lgica transportaba leg¨ªtimamente la mercanc¨ªa para compa?¨ªas del sector de capital privado.
Cargado de violencia
Ya sea coincidencia o conspiraci¨®n el v¨ªnculo entre la muerte de Cools y Gerald Bull, las repercusiones pol¨ªticas del Proyecto Babilonia contin¨²an. En el Reino Unido y B¨¦lgica, ingenieros, cient¨ªficos y pol¨ªticos vinculados al caso del superca?¨®n creen. que est¨¢ cargado de violencia y encubierto por la ambig¨¹edad de los Gobiernos.
Un d¨ªa antes del asesinato de Cools, la Comisi¨®n de Comercio e Industria del Parlamento brit¨¢nico que investiga las exportaciones a Irak hab¨ªa hecho p¨²blicas pruebas escritas que hab¨ªan proporcionado el Gobierno brit¨¢nico y las dos empresas que hab¨ªan participado en la constru.cci¨®n del superca?¨®n, Sheffield Forgemasters y Walter Somers.
Por su parte, Bull cay¨® prisionero en Bagdad de su vanidad. Se ofrec¨ªa para resolver toda suerte de problemas de munici¨®n, dise?o de misiles... Cuando se dio cuenta de que los ca?ones de largo alcance vertical pod¨ªan ser desarrollados como lanzadores de sat¨¦lites de peque?o tama?o utilizando carcasas de f-ibra de carb¨®n para propulsarlos, la empresa SRC inici¨® negociaciones, con apoyo financiero iraqu¨ª, para comprar la Lear Fan, una planta de fibra de carb¨®n en Belfast. Lo que lleg¨® a convertirse en una amenaza militar.
La Oficina de Irlanda del Norte apoy¨® en principio esta operaci¨®n. Pero en septiembre de 1989, el Ministerio de Exteriores brit¨¢nico, ampliamente informado por el MI6 sobre el superca?¨®n, bloque¨® la compra de la planta de carb¨®n, presionado por Israel y Estados Unidos. ?sta fue la primera revelaci¨®n del Gobierno brit¨¢nico sobre la trama del superca?¨®n y que abri¨® la investigaci¨®n del Parlamento.
Bull empez¨® a recibir amenazas; se hab¨ªa desviado demasiado del Proyecto Babilonia: el proyecto 839 de SRC, m¨¢s avanzado que el superca?¨®n inicial porque pod¨ªa dirigirse a un objetivo enemigo, se dise?¨® con precipitaci¨®n y fue encargado a distintos fabricantes europeos: Sheffield Fremasters fabric¨® el ensamblaje que soportaba los cilindros, una pieza que fue interceptada en Grecia durante su transporte por carretera.
Esta potente arma no se menciona en los informes que el Departamento de Comercio e Industria y la empresa Forgemasters entregaron al comit¨¦ de investigaci¨®n parlamentario sobre la exportaci¨®n de armas a Irak. El Departamento de Comercio e Industria afirma que la Direcci¨®n de- Aduanas ha detenido el proceso abierto contra Somers y CowleY por tr¨¢fico ilegal de armas. f,os portavoces de Aduanas, por su parte, aseguran haber tenido al corriente de sus conocimientos a Downing Street (residencia del primer ministro brit¨¢nico), que ha sido tambi¨¦n quien retir¨® los cargos que en un principio elev¨® un tribunal de investigaci¨®n de Birmingham, ante el asombro de los jueces. ?stos afirman que el Gobierno hab¨ªa aprobado, el Proyecto Elabilonia.
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